El Centro Nacional de Golf acaba de celebrar quince años. El campo madrileño alcanza esta efeméride en un momento en que este deporte se consolida como deporte seguro frente al covid-19.
En estos quince años el Centro Nacional de Golf ha mantenido su apuesta por convertirse en la casa del golf español, consolidarse como un campo sostenible y posicionar el golf como un deporte con valores.
Sede de grandes torneos
Entre sus hitos importantes, la celebración de torneos profesionales de primer nivel como el Madrid Masters en 2009 y el Open de España en 2007 y 2018, alcanzando en esta última edición la histórica cifra de 50.000 espectadores.
El objetivo de ser la casa de todos los jugadores de golf ha marcado una política de precios populares en sus greenfees, la cancha de prácticas y los cursos de golf y una exigencia de alcanzar la excelencia en la calidad. No en vano actualmente supera la cifra de 2.000 alumnos y el 97% de ocupación de su escuela, con un equipo de 15 profesores. El campo de 18 hoyos registra, por su parte, una media de 40.000 greenfees al año.
Dos reformas importantes
El afán, la búsqueda de la sostenibilidad, ha llevado al Centro Nacional a emprender dos reformas ambiciosas: por un lado, la del sistema de riego en los 18 hoyos en 2016.
En 2017 le llegó el turno a la cancha de prácticas, donde se instalaron 7.000 metros cuadrados de hierba artificial y se diseñaron cinco greenes con un lago artificial y diferentes banderas. Más aún, se instalaron paneles solares que permiten autoabastecerse con energía eléctrica.
Hoy, gracias a estos trabajos y al innovador sistema Toptracer, el Centro Nacional de Golf tiene la cancha más moderna de Europa.
