El jamaicano Usain Bolt, campeón mundial y olímpico y plusmarquista mundial de 100 y 200 metros, consiguió hoy, en su tercera oportunidad, la primera victoria individual en el estadio Olímpico de Estocolmo, al imponerse, contra el viento, en los 200 con un tiempo de 20.03.
Bolt, que ya ha corrido este año en 19.86, no pudo hacerse con el diamante reservado a los que baten el récord del estadio, que sigue en poder del estadounidense Michael Johnson con 19.77 desde 1.996, pero logró ahuyentar el fantasma de sus dos derrotas anteriores.
El viejo estadio sueco, construido para los Juegos Olímpicos de 1912 aunque remodelado después, se había erigido en la pista negra para Bolt, que ha sufrido en él sus dos últimas derrotas.
El 6 de agosto del 2010, Gay acabó aquí con dos años de imbatibilidad de Bolt, batiendo por un margen de 13 centésimas al doble campeón mundial y olímpico con una marca de 9.84. El jamaicano tuvo que cancelar la campaña veraniega por molestias en la espalda y en el tendón de aquiles.
En la misma pista, el 22 de julio del 2008, Bolt había sido derrotado, por una sola centésima, por su compatriota Asafa Powell.
Este año, en esta undécima reunión de la Liga de Diamante, Bolt no se enfrentaba a Gay (lesionado) ni a Powell, ni corría los 100 metros, sino su distancia preferida, los 200, en la que tiene el récord mundial con el registro de 19.19 que en 2009 le dio el título mundial en Berlín.
Bolt hizo una salida aceptable (184 milésimas), tomó la cabeza en la curva, accedió a la recta una zancada por delante y ya nadie le inquietó. El viento contrario de 1,2 metros por segundo y la escasa presión de sus competidores evitaron un mejor registro del jamaicano. El panameño Alonso Edward fue segundo con 20.47.
La velocidad femenina volvió a tener nombre estadounidense. Carmelita Jeter, segunda mujer más rápida de la historia con 10.64 y líder del año con 10.70, se impuso con un tiempo de 11.15 aunque no pudo con el récord del estadio, en poder de la rusa Irina Privalova con 10.90 desde hace diecisiete años.
La rusa Yelena Isinbáyeva, campeona olímpica y plusmarquista mundial de pértiga, logró la victoria con una marca de 4,76 pero no pudo conseguir el diamante reservado a quienes baten el récord del estadio, que ella misma tiene en 4,85 (falló con el listón en 4,86). La alemana Silke Spiegelburg fue segunda con 4,70.
En 110 metros vallas, el estadounidense David Oliver, pese a la ausencia del lesionado Dayron Robles, sufrió una severa derrota frente a su compatriota Jason Richardson, que se emparejó con él mediada la carrera y le batió por 11 centésimas (13.17 frente a 13.28). Oliver, el único que ha bajado este año de 13 segundos (12.94), confiaba en hacer aquí una gran carrera pero, con un fuerte viento contrario (-2,3), falló en la última fase.
El keniano Paul Koech, que venía de hacer en Mónaco la mejor marca de su vida en 3.000 metros obstáculos (7:57.32), venció con gran autoridad pero con marca -para él discreta- de 8:05.92. El segundo, el ugandés Benjamin Kiplagat, llegó casi nueve segundos después (8:14.42).