Casi 25.000 personas fusionadas en el muro amarillo o Gelbe Wand -la tribuna sur del Signal Iduna Park- una de las gradas más míticas de Europa y el corazón del estadio del Borussia Dortmund, que este martes espera ser el jugador número 12 que pueda frenar al Atlético de Madrid en el partido de vuelta de cuartos de final de la Liga de Campeones.
Se llama así porque es una grada similar a una pared vertical. En competiciones europeas, únicamente 16.000 aficionados son admitidos en ella y se colocan asientos provisionales, para seguir el reglamento de la UEFA, pero nadie se sienta.
Lo que más caracteriza a la Südtribüne es que se trata de una tribuna de pie. Gracias a esta característica y a la verticalidad de la grada, se consigue una sensación de asfixia que intimida a los equipos rivales y lleva en volandas al Borussia.
El muro amarillo es una zona del estadio Signal Iduna Park para 82.000 espectadores, lleno toda la temporada, está reservada a los poseedores de una tarjeta anual, que se transmite de generación en generación. Los asientos no están numerados allí, pero cada uno sabe cuál es su sitio.
Cuando suena el pitido inicial que la comunión de los aficionados es total. Unidos, moviéndose como parte de una marea humana y con bufandas amarillas y negras al viento para cantar su himno, You'll Never Walk Alone.
