Qué sucede cuando uno de los padres separados no quiere vacunar a su hijo

  • Los abogados denuncian la falta de juzgados especializados
Qué sucede cuando uno de los padres separados no quiere vacunar a su hijo

Los abogados comienzan a recibir numerosas denuncias de parejas separadas con hijos por el tema Covid. ¿La causa? Uno de los dos no quiere vacunar a su hijo del coronavirus.

En Madrid Directo Onda Madrid hablamos con María Pérez Galván, vicepresidenta de la Asociación Española de Abogados de Familia, para consultar este delicado tema. ¿Qué sucede en todos estos casos?

A partir de 16 años, los menores deciden

María Pérez nos explica que ya se están encontrando con este problema. Muchos cónyuges separados alegan una alergia o cualquier otro problema en el menos para negarse a que le vacunen. ¿Qué sucede cuando la otra parte, el otro cónyuge, sí desea que su hijo se vacune?

"Tenemos estas consultas sobre discrepancias en la vacunación de los hijos en parejas rotas. Aprovechando que un niño puede tener una alergia, por ejemplo, una de las partes quiere imponer su criterio de no vacunarlo".

Muchas parejas separadas muestran su discrepancia sobre vacunar a su hijo de Covid. Los juzgados de familia son los encargados en solucionarlo

Sin embargo, María Pérez nos recuerda que los menores a partir de 16 años pueden tomar su propia decisión de vacunarse o no. "El problema está en los niños de 12 a 16 años, cuando uno de los progenitores le prohíbe al otro vacunar al hijo".

Este problema deriva en una denuncia, pero este tema, el de la vacunación, precisa de una solución rápida, no puede dilatarse en el tiempo. Y aquí es dónde María Pérez encuentra el mayor problema: "La ley tiene previsto un trámite para estos casos urgentes, pero en España solo tenemos 125 juzgados para atender problemas de derechos de familia. No da tiempo a que en un plazo razonable de entre 10 y 15 días se solucione".

Por mucho que los juzgados quieran priorizar estos casos, "aunque debería solucionarse antes por la vía del sentido común", asegura María Pérez, faltan herramientas y más juzgados para poder dar una solución rápida.