En la calle Santa Isabel tuvo lugar uno de los episodios más memorables del Romanticismo español. Flipy, humorista y productor nos cuenta esta desgarradora historia. Aquí vivió Teresa Mancha, amante de Espronceda, el gran poeta del
Romanticismo. Hay distintas teorías sobre el portal exacto donde vivió. Los historiadores no se ponen de acuerdo, pero lo que sí es seguro es que fue en esta calle.
Se sabe poco de Teresa Mancha, pero a través del “Canto a Teresa” de Espronceda, dedicado a su musa y amante, se ha reconstruido su biografía. Se sabe que, viviendo en Inglaterra, vivieron un romance. Teresa era un bellezón y tenía muchos pretendientes. Uno de ellos, Gregorio del Bayo, un rico comerciante español establecido en Londres, comenzó a cortejarla. Como los padres no veían nada bien la relación con el poeta perroflauta, la casaron con el ricachón.
Espronceda intentó olvidarla, pero volvieron a reencontrarse en París, la ciudad del amor. Teresa estaba alojada en un hotel con su marido. Una noche en la que él tuvo que salir, Espronceda entró en la habitación cual amante bandido
para secuestrar a su amada. ¡Muy romántico todo!
Teresa abandonó a su familia y empezó una vida con Espronceda. Vivieron en París un tiempo, e incluso tuvieron que esconderse de la policía. En aquella época, el adulterio era un delito. Finalmente regresaron a España y el final es digno de las más bellas historias de amor.