Beate Ushe trabajaba en 1944, en una fábrica de aviones, y además los pilotaba. Después de la muerte de su marido, piloto de la Luftwaffe, en la guerra, robó un avión y escapó en él de Berlín con su hijo de dos años. Beate acabó en una granja donde convivía con mujeres refugiadas, para ayudar a estas mujeres a evitar los embarazos no deseados, un problema frecuente, preparó un folleto con el método Ogino – Knaus. Una cosa llevó a la otra y acabó creando el primer Sex Shop de la historia. Actualmente la empresa Beate Ushe es líder en productos eróticos, su lema en los años 50 del siglo XX era “higiene matrimonial”, en los 80 “más placer en el amor” y actualmente abogan por “aumentar el placer sensual”