Un viaje por los cines de Madrid que dejaron de ser cines
- Echamos la vista atrás para ver todos esos cines que han desaparecido del paisaje madrileño
Cine Carretas, cine Royal, cine Roma... Atrás quedó la época dorada del cine en Madrid. Cientos de salas convivían en armonía y llenaban sus butacas cada semana. Y miles de personas esperaban impacientes el momento de descubrir aquella película de la que tanto se hablaba y que incluso podían ver en bucle gracias a la sesión continua.
Edificios que en su día albergaron los sueños del séptimo arte, ahora se rinden a hoteles, centros comerciales o viviendas de lujo. Los más afortunados, han conseguido 'reconvertirse' en teatros, como los cines de Lope de Vega, Rialto, Coliseum o Cine Amaya. Otros han sido demolidos.
Hacemos un viaje por el Madrid de los cinéfilos, en busca de recuerdos que muchos aún mantendrán vivos.
Si habláramos de 'milla de oro' del cine en Madrid, tendríamos que irnos hasta la calle Gran Vía, lugar en donde convivieron durante muchísimo tiempo una docena de salas. Muchos de ellos, situados en auténticos palacios y edificios deslumbrantes.
Pasear por la arteria principal de la capital suponía acceder a toda una apetecible cartelera con títulos diseñados en la mayoría de los casos de forma artesanal. Algunos han conseguido mantener su sala de butacas gracias a su reconversión a teatros, como es el caso de los cines Rialto, Lope de Vega, Coliseum o Amaya. El Palacio de la música también será destinado a espacio cultural multiusos. Pero muchos otros, no han tenido esa misma suerte.
Fue uno de los cines más antiguos de Madrid, situado en un edificio construido en 1920. Era, con más de mil butacas, el cine más grande de España. Por eso, su reciente demolición, ha dolido más en el mundo del séptimo arte.
Fue un cine que resurgía y superaba los golpes de la historia. Dañado por una bomba durante la Guerra Civil, volvió a abrir sus puertas en 1943. Algunas remodelaciones después, el cine finalmente cerró sus puertas en el año 2012, por falta de espectadores. Tras su demolición, será un hotel de lujo.
Nació al comienzo de la época del 'baby boom', en 1958, en el distrito de Puente de Vallecas. Se situaba en la calle Melquiades Biencinto, 8, y contaba con más de mil localidades. El arquitecto encargado de las obras fue José Luis Sánz Magallón, y no dudó en aprovechar el solar y seguir adelante con el proyecto a pesar de tener enfrente otro cine, el Cine Frutos.
Pero, después de algunos gloriosos años de actividad frenética, el cine Bristol cerró en los años 80. El edificio permaneció cerrado durante muchos años, hasta que fue adquirido para la construcción de edificios de lujo. Su nombre, eso sí, fue heredado por el antiguo cine Bilbao. Fue demolido en 2019 y se transformará en un complejo de 23 exclusivas viviendas.
Aquí tienes otros ejemplos de cines emblemáticos de Madrid que han cerrado sus puertas:
El barrio de Arguelles también fue uno de los que más salas de cine aglutinaban. ¿Recuerdas estos nombres?: cine Princesa, cine Bulevar, cine Quevedo, cine Guzmán el Bueno... Nada tienen que ver ahora con lo que eran.
Hemos perdido un centenar de cines solo en Madrid. Otros han nacido, provistos de las últimas tecnologías pero con la misma pasión por el celuloide que sus antecesores. El futuro dirá cuántos seguirán.