Un puente de San José en el que, por el momento, las intervenciones en fiestas ilegales superan las 320.
La policia advierte de que estos eventos se han convertido en negocios lucrativos. Incluso vienen de otras provincias, saltándose el cierre perimetral, para poder organizarlas.
Es el caso de los 48 jóvenes que participaban en una fiesta ilegal en un piso de Chamartín. Procedían de 10 nacionalidades distintas y habían comprado la entrada en redes sociales.
La había alquilado una persona que vivía en Segovia y se saltó el cierre perimetral.
Bajan las intervenciones en los en los pisos turísticos pero la policía vuelve a constatar que las fiestas ilegales son un negocio al alza.
En una fiesta ilegal en el barrio de Salamanca, encontraron futbolines y billares, prohibidos.
“Estamos detrás de las plataformas que la organizan y vamos a acabar con ese negocio” nos cuenta el comisario Morcillo.
En otra del distrito centro encontraron a 122 personas. En muchas de ellas bailan sin mascarillas.