Donald Trump arranca en unas horas en Florida su campaña para la reelección. Confía en que la buena marcha de la economía le pueda dar cuatro años más en la Casa Blanca, pese a su estilo fuera de lo común y a sus políticas alejadas del consenso.
Que el presidente estadounidense, Donald Trump, haya escogido Orlando para el pistoletazo de salida de su campaña para la reelección y que el primer y nutrido debate público de los aspirantes a la nominación por el Partido Demócrata vaya a ser en Miami no es fruto de la casualidad: Florida pesa en las elecciones. Este Estado "clave", ha demostrado que puede darle el triunfo a cualquiera de los dos partidos, y tendrá un papel decisivo en las presidenciales de 2020.
Ganar en Florida es importante para llegar a la Casa Blanca, porque es el único de los cuatro estados más poblados del país cuyo resultado es impredecible. De cara a las elecciones de 2020, el hoy presidente y el ex vicepresidente Joe Biden están empatados en intenciones de voto en Florida, pero Trump le saca ventaja a todos los otros aspirantes a la nominación por el Partido Demócrata.
Trump anunciara en unas horas en Orlando, que opta a competir por la presidencia de Estados Unidos, en el que sería su segundo y último mandato.
Miles de seguidores se encuentran ya en el lugar del mitin donde tiene anunciado presentar su candidatura para las elecciones del año que viene. Solo 20.000 podrán acceder al pabellón donde se celebrará el acto, aunque se han recibido más de cien mil solicitudes.
Heterodoxo, polémico y con un estilo singular desde que anunció ya en 2015 que optaba a la Casa Blanca, Trump ya ha difundido su primer video electoral y ha dirigido sus primeros dardos contra Joe Biden, el mejor colocado para conseguir la candidatura demócrata.
El actual presidente cuenta sobre todo con la ayuda de la economía, con tasas de crecimiento próximas al 4% y un desempleo bajo a punto de alcanzar cotas históricas. En su contra, juega su impopularidad. Ocho puntos menos que Obama a las mismas alturas de mandato, y el rechazo que genera en parte de la población, lo que hace difícil cualquier pronóstico.
Se espera una votación tan reñida en el "estado del sol" el 3 de noviembre de 2020 que los demócratas de Florida ya nombraron a un jefe de protección de votantes, Brandon Peters, ante la posibilidad de sea necesario un recuento de votos.
