Eso no se pregunta: TDAH

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad tiene un origen neurológico y se produce porque algunas partes del cerebro no han madurado correctamente. El TDAH se manifiesta en la niñez y suele ser hereditario. Los afectados tienen dificultad para regular la atención, son desorganizados, impulsivos, les cuesta estarse quietos, tienen problemas con las funciones ejecutivas, hipersensibilidad tanto emocional como física por lo que les cuesta regular los estímulos, y tienen problemas para medir el sentido del tiempo y de la orientación. La mayoría de ellos se sienten incomprendidos por aquellos que se consideran “normales”.

Agradecemos la colaboración de FEAADAH, TDAH Guadalajara, Fundación Educación Activa, ANSHDA (Asociación de afectados TDHA Madrid), AMATDAH y TDAH y más Alcorcón.


Eso no se pregunta
“¿Qué consejo darías a unos padres con un hijo hiperactivo recién diagnosticado?”
“Que no se preocupen, que se puede ser tremendamente feliz con TDAH. Soy muy feliz con TDAH”.
Lupe Vallina tiene 35 años. Es una fotógrafa de éxito pero durante muchos años ha vivido con angustia porque veía que no hacía bien las cosas pese a su esfuerzo. Al ser madre todo se desbordó. Hace cinco años le diagnosticaron TDAH y las cosas encajaron.

Eso no se pregunta
“¿Cuándo te enteraste de que tenías trastorno de déficit de atención e hiperactividad?”
“Yo me enteré ya cuando era ya mayor, con 49 años” .
Jordi Molas tiene 52 años y es empresario. Fue diagnosticado tarde, sigue sintiéndose diferente a los demás; le molesta la falta de comprensión de mucha gente que desconoce este trastorno.

Eso no se pregunta
“¿Hay algo que te desagrada de los demás?”
“A mí lo que más me desagrada es la estigmatización”.
Marta Molas tiene 22 años y es periodista. Su padre Jordi tiene el mismo trastorno que ella y su familia le ha enseñado a quererse. Lo que más le duele es el estigma social y la falta de comprensión.

Eso no se pregunta
“¿De pequeño sacabas de quicio a los que te rodeaban?”
“Sí, sobre todo a mi madre. Una gran frase que me ha acompañado toda mi vida es que el único Dios verdadero que tenemos las personas con TDAH es el movimiento, la cinética”.
Víctor García tiene 31 años y es terapeuta. Durante su infancia siempre estaba en movimiento, nunca encontraba suficiente actividad y sentía la necesidad de hablar. A los 18 años le diagnosticaron junto a su abuelo, padre y hermano.

Eso no se pregunta
¿Cuál es tu mayor preocupación actual?
“Que mi madre ahora no me deje ir a una excursión que me apetece mucho”.
Daniel García tiene 16 años y es estudiante. A los 7 años le diagnosticaron TDAH. No puede remediar despistarse en clase porque le resulta imposible estar quieto una hora seguida.

Eso no se pregunta
“¿Ser hiperactivo tiene algo de bueno?”
"Tiene muchísimo de bueno, porque yo hago mil cosas a la vez. Me cunde mucho más el tiempo".
Carmen Menéndez tiene 25 años y es monitora de gimnasia y fisioterapeuta. Sus padres eran condescendientes con ella y su abuela maestra le ayudaba a hacer los deberes mientras ella no paraba de moverse. El deporte y el tratamiento fueron su tabla de salvación.

Eso no se pregunta
“¿Cuál es tu mayor preocupación actual?”
"Es que no puedo decir nada más, el futuro, todo, mi mayor preocupación es todo".
Guillermo Cruz tiene 43 años y es artista plástico. El TDAH le provoca un exceso de atención a todo y después del diagnóstico se ha sentido más libre.

Eso no se pregunta
“¿Eres tan inquiero ahora de mayor como cuando eras pequeño?”
"“En mi caso yo era más inquieto de pequeño que ahora. Con los años yo creo que he perdido esas ganas irrefrenables de moverme y además me imagino que he aprendido también a controlarlas".
Xavier Alconero tiene 27 años y es creativo audiovisual. Afirma que el sistema educativo le hizo daño porque le etiquetaron como "el malo". Sufrió bullying por parte de los profesores y tuvo un pequeño historial de detenciones antes de conseguir encauzar su vida.

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