Atrapados 24 horas en el aeropuerto de Praga, esta situación la han vivido unos 200 españoles que tenían que haber viajado ayer por la mañana a Madrid, pero que, en vez de ello, pasaron seis horas encerrados en un avión de Ryanair que canceló el vuelo.
Los pasajeros, que han relatado a Telemadrid su odisea, siguen en Praga, indignados con el comportamiento de la compañía ya que ni siquiera tuvo en cuenta que entre ellos había bebés, niños, embarazadas y pasajeros con enfermedades. Sólo al final les dieron algo de agua. El resto de aviones despegaron, el suyo, destino Madrid, finalmente fue cancelado y siguen sin saber por qué.
Telemadrid ha hablado con varios pasajeros, entre ellos Agrimino Pérez, que han relatado lo que ocurrió y cómo ocurrió. Parte de las imágenes grabadas han sido colgadas en las redes sociales.
Caos e indignación a bordo
La odisea de estos 200 pasajeros, prácticamente todos españoles comenzaba a las 9 de la mañana del domingo. Su vuelo de Ryanair con destino Madrid empezaba a sufrir retrasos. Cuando llevaban 4 horas en la terminal, deciden embarcarlos en el avión.
Pero los motores no arrancan en horas. Comienza el nerviosismo entre los pasajeros. Una chica sufre una crisis nerviosa y se ven obligados a abrir la puerta de la aeronave.
Sin proporcionarles ni comida ni agua. Hay cambio de tripulación en el vuelo, y de nuevo, anuncian un nuevo retraso, pero los pasajeros estallan con los ánimos encendidos en mitad de las pistas cada vez más nevadas de Praga.
Ni hotel, ni taxi
Ryanair en un comunicado dice que les alojó en un hotel, pero los pasajeros, que ahora vuelven a estar en el aeropuerto, aseguran que no es así y que eso es mentira porque ellos tuvieron que “buscarse la vida” desde coger un taxi a conseguir un hotel. De hecho, los pasajeros de dispersaron en varios hoteles.
Al conocer el comunicado de la compañía, los pasajeros se han indignado y han dicho claramente a Telemadrid que “es mentira”.
Ryanair ha pedido disculpas en su comunicado. También dice que los retrasos se originaron por la lentitud de los servicios de deshielo. Esta mañana de lunes los pasajeros han vuelto al aeropuerto y esperan poder regresar a casa a lo largo de la mañana.
