Ruz levanta el secreto sobre las imágenes del 'Faisán' tras confirmar que aparece el inspector imputado

  • Ballesteros reconoció el 10 de marzo en la Audiencia Nacional su "presencia física" en el bar cuando se produjo la delación

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha levantado el secreto que existía sobre una parte del sumario de la causa en la que se investiga el chivatazo policial a ETA tras haber comprobado que el inspector José María Ballesteros, imputado en la causa, aparece en tres momentos distintos en la grabación que se hizo el 4 de mayo de 2006 frente al bar 'Faisán' de Irún (Guipúzcoa).

Ballesteros admitió en una declaración ante el juez que se produjo el pasado 10 de marzo su "presencia física en la totalidad de las imágenes", que fueron aportadas por el equipo conjunto de investigación dirigido por Carlos G. y están comprendidas entre las 11.00 y las 12.00 horas del día en el que se produjo el soplo policial, según consta en un auto dictado este lunes por el juez Ruz.

El magistrado considera "indubitada" la identidad de Ballesteros como la persona que fue grabada por el equipo de videovigilancia que se encontraba apostado frente a la puerta principal del establecimiento, al constatar que ha sido confirmada por un dictamen pericial antropométrico elaborado por la Comisaría General de la Policía Científica, otro informe del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil y un tercero del Centro de Visión por Computador de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Con estas conclusiones, que serán ratificadas por los peritos de la Policía y la Guardia Civil el próximo 4 de abril, el magistrado considera "palmario" que "han desaparecido al presente estadio los motivos que justificaban la práctica de las presentes diligencias bajo secreto parcial de las actuaciones".

En concreto, Ruz levanta el secreto del sumario sobre el informe ampliatorio del equipo de investigación en el que se incluyeron los fotogramas de Ballesteros, la declaración judicial del inspector en la que admitía su presencia en el 'Faisán', los autos por los que se llevaron a cabo las diligencias de investigación y los tres informes periciales encargados por el juez.

TRES MOMENTOS EN LA MAÑANA DEL SOPLO*

Los tres momentos en los que Ballesteros aparece en las imágenes del bar 'Faisán' son los comprendidos entre las 11.14.05 y las 11.14.10 horas, entre las 11.30.03 y las 11.30.08 y entre las 11.46.15 y las 11.46.25, tiempos a los que habría que sumar un desfase aproximado de tres minutos existente en el contador del videograbador.

Elosúa aseguró en la declaración ante la Policía que realizó el 23 de junio de 2006 que el individuo que le facilitó el teléfono móvil con el que se produjo el chivatazo "salió por la puerta trasera del bar situada frente al edificio de la aduana y de las cabinas de teléfono, y que le vio cruzar la carretera en dirección a la gasolinera". Según su versión, después "entró por la puerta ubicada frente al edificio de la aduana" aunque no estaba "seguro del todo" y con total certeza "salió por esa puerta".

En la causa están imputados por un delito de colaboración con organización terrorista (penado con hasta 10 años de cárcel) y otro de revelación de secretos (con penas de 3 años) el ex director general de la Policía, Víctor García Hidalgo; el jefe superior de Policía del País Vasco; y el inspector José María Ballesteros.

INVESTIGAR LAS FILTRACIONES

Además, el magistrado desglosa en este nuevo auto parte de la causa y la remite al Juzgado Decano de Instrucción de Madrid con objeto de que éste investigue la filtración a medios de comunicación de datos relativos al informe ampliatorio remitido por Carlos G.

El juez materializa de este modo lo que ya anunciaba en el auto que dictó el 25 de febrero, en el que decía que había concluido --a la vista de la información publicada por los medios de comunicación-- que se había producido una filtración y concretaba que lo publicado provenía "de informes policiales", aunque no entraba a valorar si se había reproducido o no "el contenido real de los datos que obran en la causa". En opinión de Ruz, los autores de la filtración podrían haber incurrido en la comisión de un delito de revelación de secretos.