La socialista Meritxell Batet renuncia a su escaño el Congreso y deja la primera línea de la política

La socialista Meritxell Batet ha anunciado este miércoles que renuncia a su escaño y deja la primera línea de la política después de 19 años como diputada, ministra y presidenta del Congreso, según ha anunciado ella misma en un mensaje en la red social 'X', antiguo Twitter.

"Me voy con el orgullo de haber servido a un proyecto colectivo que busca, por encima de todo, mejorar la vida de las personas y transformar la sociedad. Un proyecto al que me he entregado en cuerpo y alma y al que seguiré sirviendo allí donde vaya", ha asegurado.

Batet se ha mostrado convencida en el mismo mensaje de que "pronto habrá un nuevo Gobierno de progreso liderado por Pedro Sánchez que continuará con los avances y las reformas que la sociedad española necesita". "Ha sido un honor y un privilegio. Gracias, de corazón", ha concluido.

Meritxell  Batet no será la candidata del PSOE a presidir el Congreso
Meritxell Batet no será la candidata del PSOE a presidir el Congreso
Meritxell Batet no será la candidata del PSOE a presidir el Congreso

Meritxell Batet no será la candidata del PSOE a presidir el Congreso

Batet, que encabezó la candidatura del Partido Socialista de Cataluña por Barcelona en las elecciones del 23 de julio, era diputada desde 2004 y fue también ministra de Política Territorial y Función Pública durante un año (entre junio de 2018 y mayo de 2019) en el primer gobierno de Pedro Sánchez.

La hasta ahora dirigente socialista es jurista y con plaza de profesora en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

El sustituto de Batet en el Congreso sería Ignacio Conesa Coma, que ocupaba el puesto número 14 en la lista.

En próximas fechas recibirá la Medalla del Congreso, una condecoración específica de la Cámara que ella creó la pasada legislatura para reconocer a sus antecesores desde la Transición y que la nueva Mesa del Congreso, con Francina Armengol al frente, acordó concedérsela hace una semana. También tendrá derecho a contar con un retrato oficial en el Palacio de la carrera de San Jerónimo.