El ex secretario de Caja Madrid dice que no era él quien explicaba las tarjetas

  • De la Torre desmiente a Arturo Fernández y Jesús Pedroche en lo declarado sobre las tarjetas opacas
  • Spottorno dice que confió en que el certificado de Caja Madrid incluía gastos

El exsecretario de Caja Madrid Enrique de la Torre ha negado hoy que fuera él el que daba a los consejeros instrucciones sobre las tarjetas "opacas" de la entidad, ya que todos ellos estaban de sobra cualificados para saber lo que era una tarjeta de representación. Durante su declaración en la Audiencia Nacional como acusado en el juicio sobre el uso irregular de tarjetas "opacas" de Caja Madrid, el que fuera secretario del consejo de administración entre 1996 y 2009 ha explicado que "no hay más que ver la composición del Consejo, consejeros de Hacienda, un presidente de la patronal", para ver que "todos ellos sabían mejor que yo lo que era una tarjeta de gastos de representación".

"Yo era el secretario del consejo, yo no daba instrucciones a nadie, si acaso me las daban a mí", ha indicado, aunque ha admitido que en algún caso puntual, como en el del exconsejero en representación de CCOO Rodolfo Benito o en el de Mercedes Rojo, sí aclaró lo que se entendía "exactamente por una tarjeta de gastos de representación". De la Torre ha querido aclarar que entregó la tarjeta a unos pocos consejeros, y a "ninguno de los que ya estaban cuando yo me incorporé", y mucho menos "a los que entraron cuando yo ya había dejado la entidad".

La declaración de De la Torre contradice la que han prestado varios de los acusados que le han precedido, ya que muchos de ellos le han señalado como la persona que entregaba las tarjetas y les explicaba cómo utilizarlas. Por lo que respecta a su propia tarjeta, ha revelado que la recibió nada más llegar a la entidad, en 1996, aunque no recuerda quién se la dio, "seguramente Manuel Gutiérrez, entonces director de Recursos Humanos y de Medios", como un "instrumento de pago de parte de mi salario".

En el contrato de alta dirección que firmó al incorporarse a la entidad, en 1996, "no se hablaba del medio de pago de la nómina, lo que se dice es que recibiré una retribución fija y variable", ha dicho; la justificación de la tarjeta "está establecida en el estatuto de los trabajadores, en el artículo 29, que dispone que el salario se puede realizar en efectivo o cheques o cualquier otro procedimiento".

El fiscal Anticorrupción Alejandro Luzxón le ha preguntado sobre la denominación "black" para estas tarjetas, según consta en un correo enviado por De la Torre a Jesús Rodrigo, su sucesor en el cargo, correo que el exsecretario cree que puede haber sido modificado y que ya negó haber enviado en la declaración que hizo en la fase de instrucción. En el correo, De la Torre se refiere a las tarjetas como "black a efectos fiscales", lo que significa, ha aclarado, que eran "neutrales a efectos fiscales, que eran gastos de empresa deducibles y que no tenían repercusión alguna en la declaración de la renta de los consejeros porque no era retribución".

En cuanto al tratamiento fiscal de los gastos, ha señalado que "siempre estuvo convencido, y lo sigo estando", de que se trataba de una retribución", por lo que nunca tuvo duda alguna de que estaba incluida en el certificado de retenciones. Sólo en alguna ocasión puntual recuerda haber transmitido a algún consejero detalles sobre los límites de gasto, y en cuanto a los justificantes, "a los que me preguntaron, que no fueron muchos", les explicó que no era necesario guardarlos.

"Se me informó, yo creo que por parte de mi antecesor, Juan Sánchez Moreno, que no era necesario que los consejeros aportasen ningún tipo de factura, porque todos los gastos estaban justificados a partir de las boletas que enviaba Visa y que tenían más valor que cualquier recibo emitido por un establecimiento", ha añadido. En todo momento De la Torre ha defendido que se trataba de gastos de representación, y por eso "nunca se llevó el tema de las tarjetas a la comisión de retribución, porque eran gastos de representación y no retribuciones; de ahí que no aparezcan las tarjetas en las actas".

SPOTTORNO DICE QUE CONFIÓ EN QUE EL CERTIFICADO DE CAJA MADRID INCLUÍA GASTOS

El exjefe de la Casa Real y usuario de las polémicas tarjetas de Caja Madrid Rafael Spottorno ha alegado hoy en la Audiencia Nacional que siempre confió en que el certificado de retenciones proporcionado por la entidad incluía los 223.900 euros gastados con su visa. A preguntas del Ministerio Fiscal, Spottorno ha explicado que entendió que la tarjeta era de libre disposición a tenor de la conversación que mantuvo días antes de su incorporación a Caja Madrid con el entonces presidente de la entidad, Miguel Blesa, quien le explicó "qué funciones iba a tener, lo que esperaba de mi y la retribución, tanto fija como variable".

En este sentido, Spottorno, que ha reconocido haber dispuesto de una segunda tarjeta por los gastos de representación vinculados a su cargo como director de la Fundación Caja Madrid, ha reiterado que "tributaba, como he hecho en 47 años todos los rendimientos de mi trabajo", una vida laboral, "de los cuales 37 o 38 han sido como funcionario" en la que, ha añadido, "nunca he discutido ni he revisado si el certificado que me daban era correcto".

Por su parte, la exdirectora de auditoría interna de la extinta entidad Carmen Contreras ha asegurado a preguntas del Ministerio Fiscal que desconocía el tratamiento fiscal de las tarjetas ya que su departamento sólo velaba por la verificación de los procesos que que llevaban a cabo en ella. Sobre el uso que dio a su visa, con la que gastó 266.800 euros, ha reconocido que siempre agotaba su saldo si bien ha matizado que realizaba un control de sus gastos, y ha añadido que en los 30 años que trabajó en la institución siempre realizó su declaración de la renta con el certificado de retenciones que le daba la caja.

Una explicación en la que ha coincidido el exdirector de comunicación de Caja Madrid Juan Manuel Astorqui, que ha aseverado que nunca sospechó de irregularidades en la fiscalidad de su tarjeta ya que en su borrador de la renta le dieron siempre "los mismos cálculos que aparecían en el certificado", aunque ha matizado que "la responsabilidad es de la empresa, no del asalariado". Otro de los integrantes del comité de dirección Carlos María Martínez ha cargado contra Bankia, cuyo actual equipo denunció la existencia de estas tarjetas, y ha dicho que "ni reconozco ni doy veracidad a la hoja excel" que, en su caso, destapó gastos de casi 300.000 euros.

VIRGILIO ZAPATERO NO SE SIENTE CAPAZ DE EXPLICARLO

El exvicepresidente de Caja Madrid y exministro de Relaciones con las Cortes con Felipe González Virgilio Zapatero ha dicho hoy que no se siente "capaz" de explicar la naturaleza de la tarjeta opaca de la entidad ni si constituía "una remuneración o una retribución". Durante su declaración como acusado, Zapatero ha revelado que, aunque la caja le dijo que podía disponer de ella para gastos de libre disposición, se impuso "a sí mismo" utilizarla exclusivamente para gastos relacionados con su actividad como vicepresidente, que en total sumaron 36.000 euros. Y de hecho, ha relatado que en una ocasión invitó a un almuerzo al actual presidente de Bankia, heredera del negocio bancario de Caja Madrid, José Ignacio Goirigolzarri, cuando éste aún no era el máximo responsable de Bankia, y pagó con la citada tarjeta.Zapatero ha lamentado el "juicio paralelo" al que se le ha sometido en los dos últimos años, desde que se conoció el caso, y ha expresado su malestar con Bankia, "que no ha actuado lealmente conmigo".

LÓPEZ MADRID: "LO PERDIMOS TODO"

El exconsejero de Caja Madrid Francisco Javier López Madrid se ha lamentado ante la Audiencia Nacional de las acusaciones de apropiación indebida por el uso de la tarjeta opaca de la entidad, cuando tanto él como su grupo familiar perdieron "20 millones de euros invertidos en la salida a bolsa" de Bankia. "Personalmente, invertimos 20 millones en la salida a bolsa y lo mantuvimos porque nos dijeron que lo mantuviéramos. Lo perdimos todo", ha asegurado el que fuera consejero delegado del Grupo Villar Mir para quien el Ministerio Fiscal pide año y medio de prisión. En este sentido, y con cierta ironía, ha aprovechado para mostrar la incongruencia de las acusaciones definiéndose a sí mismo como "la misma persona que quiso aprovecharse de la entidad para beneficiarme de 30.000 euros". El Grupo Villar Mir presentó en septiembre una demanda en los tribunales por las pérdidas de unos 20 millones de euros sufridas tras su inversión en la salida a Bolsa de Bankia en julio de 2011.

EL SINDICALISTA RICARDO MARTÍNEZ NO DUDÓ DE LA LEGALIDAD

El exsecretario general de UGT Madrid y exconsejero de Caja Madrid, José Ricardo Martínez, ha asegurado que si hubiera dudado de la legalidad de las tarjetas opacas no las habría utilizado. A preguntas de las partes en la nueva sesión de la vista, Martínez ha explicado que estaba "convencido" de que Caja Madrid tributaba "con normalidad" por cada una de las partidas que él recibía en calidad de consejero. "No tuve jamás ninguna duda", ha dicho al ser preguntado por la legalidad del plástico al que cargó 44.154 euros. Sobre la prueba pericial aportada a la causa por Bankia --que ejerce la acusación particular-- que incluye el desglose de los gastos de los 65 encausados y que asciende a un total de 12,5 millones de euros entre los años 2003 y 2012, Martínez ha dicho que se trata de una "imposibilidad" reconocerla y que, por tanto, no puede aceptar el contenido de la misma.

CONTRA LA PRUEBA DE BANKIA

Los últimos acusados que han prestado declaración ante el tribunal han centrado sus alegaciones en atacar la prueba de Bankia. El exconsejero nombrado a propuesta del PP Juan Emilio Iranzo, que gastó 46,848 euros con su 'black', ha explicado que es "imposible" que pueda reconocer un gasto de la hoja porque es "inconsistente" en cuanto al rigor. Por su parte, Manuel José Rodríguez González, consejero nombrado a propuesta del PP ha dicho que se trata de una prueba "manipulable" en la que se han volcado gastos, en su caso por valor de 37.134 euros, y que no reconoce. La Fiscalía Anticorrupción pide un año y seis meses cárcel al igual que para el exconsejero de la entidad extinta Gabriel María Moreno Flores, quien ha señalado que en ningún caso utilizó su 'black' para sacar dinero del cajero.

FIN DE LOS INTERROGATORIOS

El último de los 65 acusados en declarar ha sido Jorge Rábago, exmiembro de la Comisión de Control de la caja extinta que cargó 8.366 euros su tarjeta 'black', la cual interpretó que se la dieron en calidad de tarjeta de empresa. Con Rábago se ha puesto fin a la ronda de interrogatorios que comenzó el pasado 30 de septiembre con el expresidente de Caja Madrid entre 1996 y 2010, Miguel Blesa, y a la que se han sometido los otros 64 encausados a los que se les atribuye delito continuado de apropiación indebida y administración desleal.