Jesús de Medinaceli y la Dolorosa procesionan juntos después de catorce años

  • Las procesiones de Viernes Santo transcurrieron entre el gentío, la devoción y el buen tiempo
  • Las infantas Elena y Margarita presenciaron la 'levantá' de la carroza

La figura del Cristo de Medinaceli, la más venerada en Madrid, ha salido en procesión esta tarde de Viernes Santo por el barrio de Las Letras acompañada de una invitada de excepción, la Virgen de los Siete Dolores, lo que no ocurría desde el año 2000.

Ha sido la principal novedad de la procesión pero no la única. La participación de un grupo de niños hijos de cofrades, la incorporación de iluminación led en la carroza, la corona de oro macizo del Cristo recién restaurada y la túnica que lució Jesús de Medinaceli en la visita del papa Benedicto XVI a Madrid con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) completan la lista de novedades.

Si el año pasado no se pudo llevar a cabo por la lluvia, en esta ocasión la meteorología ha acompañado y ha animado a miles de personas a salir a la calle para ver el paso de Jesús de Medinaceli, que ha salido de la basílica del mismo nombre minutos después de las siete de la tarde.

La carroza, de 3.600 kilos y provista de cuatro ruedas, ha sido llevada por catorce personas dirigidas por el capataz Carlos Segura, que se estrenaba en este cometido.

La carroza de la Virgen de los Siete Dolores, algo más pequeña, ha salido de la basílica un cuarto de hora más tarde que la de Medinaceli.

Al salir las dos carrozas juntas en procesión, la de la Dolorosa no saldrá el sábado a las ocho como se venía haciendo otros años.

No es la única procesión que recorre las calles del centro de la capital en la tarde y noche del Viernes Santo. La de los Alabarderos, la del Silencio y la del Divino Cautivo (que también sale el Jueves Santo) son otros pasos que también son procesionados este día.

En la del Cristo de los Alabarderos, entre cuyos anderos hay una mujer y un sacerdote, ha salido de la Puerta del Príncipe del Palacio Real a las 19.15, y tras recorrer el barrio de los Austrias, se recogerá pasada la medianoche en la catedral castrense de San Miguel.

Como suelen hacer otros años, la infantas Elena y Margarita, ambas a título personal, han presenciado la 'levantá' de la carroza, que es llevada a hombros por anderos con los brazos cruzados.