El movimiento de Macron dice haber sufrido un "pirateo masivo" de documentos

  • Macron cierra con tendencia ascendente la campaña frente a Le Pen

El movimiento "En Marcha", fundado por el candidato presidencial Emmanuel Macron, aseguró haber sido víctima de un "pirateo masivo y coordinado" que ha llevado a la "difusión en las redes sociales de informaciones internas de diversa naturaleza".

En un comunicado, En Marcha denunció que los archivos pirateados -como correos electrónicos, documentos contables o contratos- "fueron obtenidos hace varias semanas gracias al 'hackeo' de direcciones de correo personales y profesionales de responsables del movimiento".

El anuncio llega a poco más de 24 horas de que se abran las urnas, el domingo, para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia y minutos después del cierre de la campaña electoral de unos comicios en los que Macron aparece como claro favorito por delante de su rival, la ultraderechista Marine Le Pen.

Según el movimiento que el exministro de Economía creó hace ahora un año, los autores del pirateo han hecho circular documentos falsos junto a los auténticos para "sembrar la duda y la desinformación".

Para "En Marcha", el robo es "un intento de desestabilizar las elecciones presidenciales", a imagen del que "ya se vio en Estados Unidos en la última campaña", que los servicios de inteligencia estadounidenses atribuyen a Rusia. El movimiento, que ha denunciado en las últimas semanas haber sido objeto de noticias falsas por parte de medios de la órbita del régimen ruso, se considera como "el más afectado" por ese tipo de iniciativas.

En cualquier caso, 'En Marcha' aclara que "los documentos pirateados son todos legales y traducen el funcionamiento normal de una campaña presidencial". "Su difusión hace públicos datos internos pero no nos inquieta el cuestionamiento de la legalidad y la conformidad de los documentos", explica el comunicado.

Según el movimiento de Macron, las cuentas de la campaña serán presentadas ante la comisión nacional encargada de su supervisión, aunque llamaron la atención sobre el hecho de que algunos documentos publicados se correspondan con previsiones y no con operaciones realizadas.

"En Marcha" llama a los medios de comunicación a "asumir sus responsabilidades en conciencia" para tener en cuenta "la naturaleza de los documentos filtrados, que una gran parte de ellos sean simplemente falsos y la oportunidad de hacerse eco de esta operación de desestabilización".

"Tomaremos todas las iniciativas necesarias ante los actores públicos y privados para aclarar esta operación inédita en una campaña electoral francesa", sentenció la nota, que reiteró "la gravedad de los hechos".

El pasado 26 de abril, "En Marcha" confirmó haber sido objeto de al menos cinco ciberataques realizados por "profesionales" y atribuidos al mismo grupo de piratas rusos, Pawn Storm, al que se responsabilizó de las filtraciones de correos de la campaña de la candidata demócrata en las elecciones estadounidenses de noviembre pasado, Hillary Clinton.

El movimiento político de Macron explicó que la empresa de seguridad informática Trend Micro les comunicó elementos de un informe en los que trató de identificar los objetivos de Pawn Strom. Desde enero, señalaron entonces, han sufrido intentos para el robo de datos personales o de identificación a través del envío de correos fraudulentos que también tenían como objetivo infectar ordenadores.

LOS SONDEOS CONFIRMAN A MACRON COMO VENCEDOR

Por otra parte, el candidato socioliberal a la Presidencia de Francia, Emmanuel Macron, cerró con tendencia ascendente la campaña frente a su rival, la ultraderechista Marine Le Pen, que parece haber entrado en una espiral negativa.

No solo los sondeos parecen dar por segura la victoria del exministro de Economía, sobre todo tras el debate televisado del pasado miércoles, sino que, además, Macron ve cómo Le Pen no ha conseguido capitalizar las dudas que generaba su programa.

Los sondeos publicados ayer, último día en que la ley permite hacerlo, muestran que el debate ha dado un duro golpe a la aspirante ultraderechista y ha consagrado la ventaja amplia que desde la primera vuelta electoral auguraban a Macron.

La diferencia de 24 puntos entre ambos aparece como un abismo que ha llegado, incluso, a agrietar la roca que parecía ser la extrema derecha francesa en torno a su campeona.

Primero fue su padre y mentor, Jean-Marie Le Pen, quien aseguró que la candidata no había estado a la altura durante el cara a cara y poco después su sobrina Marion Maréchal-Le Pen afirmó que, tras aquel duelo televisado, "si obtiene un 40%" de los votos en la segunda vuelta del domingo próximo, "ya sería una victoria".

La aspirante de la extrema derecha ha visto cómo la buena estrella con la que afrontó la campaña se ha ido fundiendo. Favorita para imponerse en la primera vuelta de abril desde inicios de año, sus intenciones de voto se fueron moderando a medida que se acercaba el sufragio y acabó segunda, por detrás de Macron.

Incluso un responsable de su partido confesaba al vespertino "Le Monde" que, si la campaña hubiera durado una semana más, habría sido superada por el conservador François Fillon, del que solo le separaron medio millón de papeletas de 37 millones que votaron.

Algo similar le sucedió en la campaña para la segunda ronda, que comenzó dándose un baño de masas en una empresa en huelga en Amiens (norte de Francia) donde Macron era abucheado.

Pero la ha terminado con la otra cara de la moneda, puesto que hoy, en el último día de campaña, fue ella quien escuchó los silbidos de un grupo de manifestantes tras visitar la catedral de Reims, en el este del país. En dos semanas, la sonrisa de Le Pen por ver abucheado a su rival se tornó en el gesto grave con el que abandonó hoy el templo por una puerta trasera, en medio de insultos.

Los sondeos indican que Le Pen no ha sabido atraer a su candidatura a los electores de los aspirantes eliminados en el primer turno. Ni sus guiños al electorado conservador de Fillon, a quien llegó a plagiar partes completas de un discurso, ni los lanzados al del izquierdista Jean-Luc Mélenchon parecen haber surtido efecto.

Las encuestas le dejan por debajo del 40% de los votos, tras agregar a sus 7,5 millones de sufragios el 23% de los 7 millones de personas que apoyaron a Fillon y el 14% de los otros tantos que lo hicieron por Mélenchon.

Todo lo contrario que su oponente, que se dio un baño de masas en Rodez y Toulouse, en el sur de Francia, y que aguarda tranquilo que los augurios de los sondeos cristalicen el domingo.

Su victoria parece segura, pese a que el llamado "Frente Republicano", el que apela a votar contra la extrema derecha sea quien sea el rival, no ha gozado del mismo vigor en esta ocasión del que tuvo en 2002, cuando Jean-Marie Le Pen se midió al conservador Jacques Chirac.

Los sondeos señalan que Macron, que acabó con 8,5 millones de sufragios en la primera vuelta, tendrá el respaldo del 45% de los votantes de Fillon, el 54% de los de Mélenchon y el 72% de los del socialista Benoît Hamon.