Fiona Scott Morton renuncia a su puesto en la Comisión Europea por la polémica generada tras su designación

  • Eurodiputados de diferentes grupos políticos cuestionaron el potencial conflicto de intereses que genera su trabajo como consultora de tecnológicas y la falta de transparencia del proceso de selección
  • Emmanuel Macron se ha mostrado crítico con el nombramiento y se ha preguntado si no existe ningún investigador europeo con las competencias necesarias
Fiona Scott Morton, economista jefe de Competencia de la Comisión Europea
Fiona Scott Morton, economista jefe de Competencia de la Comisión Europea |@ProfFionasm

La economista estadounidense Fiona Scott Morton, nombrada como economista jefe en la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea que dirige la comisaria Margrethe Vestager ha renunciado a su cargo tras la polémica desatada por su contratación por su nacionalidad y posibles conflictos de intereses.

La estadounidense Fiona Scott Morton, nombrada economista jefe de la Comisión Europea
La estadounidense Fiona Scott Morton, nombrada economista jefe de la Comisión Europea
La estadounidense Fiona Scott Morton, nombrada economista jefe de la Comisión Europea

La estadounidense Fiona Scott Morton, nombrada economista jefe de la Comisión Europea

"La profesora Fiona Scott Morton me ha informado de su decisión de no asumir el puesto como economista jefe de Competencia.

Lo acepto con pesar y espero que continúe utilizando su extraordinario conjunto de habilidades para impulsar una fuerte aplicación de la competencia", anunció Vestager en redes sociales.

La comisaria de Competencia, política danesa con cargo también de vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, agregó en su mensaje publicado en Twitter la carta de renuncia de Scott Morton, donde explica los motivos de su renuncia tras destacar que ha sido un "honor haber sido seleccionada" para el puesto.

POLÉMICA EN EL SENO DE LA UE

"Dada la controversia política que ha emergido por la designación de una no europea para el cargo, y la importancia de que la Dirección General tenga el completo apoyo de la Unión Europea en lo que hace cumplir, he decidido que la mejor acción para mí es retirarme y no asumir el puesto de economista jefe", escribe la estadounidense.

Vestager defendió su decisión en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, donde este martes señaló que "sería un error privar a la Comisión y a los europeos del mejor asesoramiento económico posible".

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Sin embargo, los eurodiputados de los diferentes grupos políticos cuestionaron no sólo su nacionalidad, sino también el potencial conflicto de intereses que podría rodear a Scott Morton por haber trabajado para grandes tecnológicas que el área de Competencia de la Comisión Europea controla de cerca, así como por la falta de transparencia del proceso de selección.

El Ejecutivo comunitario, por ejemplo, se ha negado a hacer públicas todas las empresas para las que ha trabajado la economista, alegando confidencialidad en un proceso anómalo en general pues los altos cargos de la Comisión Europea tienen un requisito de nacionalidad que, de forma excepcional, fue derogado para este puesto en una reunión de comisarios en marzo.

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Los recelos que suscitaba la contratación de Scott Morton se centran en que tras abandonar eventualmente la Comisión Europea -pues el cargo tenía una duración inicial de tres años- y superados los dos años en los que no podría ocupar ciertos cargos, la economista pudiera trabajar para empresas tecnológicas estadounidenses o para la Administración de ese país, y trasladarles información sensible.

El propio presidente de Francia, Emmanuel Macron, se ha mostrado crítico con la decisión de contratar a la profesora estadounidense y en los márgenes de la cumbre entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latioamericanos y del Caribe (CELAC) declaró que "no es necesariamente la decisión más coherente" aunque la elegida tenga "gran competencia y legitimidad académica".

Macron se preguntó si no existe ningún investigador europeo con las competencias necesarias para ocupar el puesto, lo que sería "extremadamente preocupante", y subrayó que en Estados Unidos o China no se elige e investigadores europeos para este tipo de puestos dado que la ley ni siquiera lo permite.