La 'City' pierde a su aliado en Bruselas con la dimisión de Jonathan Hill

La "City" pierde a su aliado en Bruselas con la dimisión de Jonathan Hill
Bolsa de Londres |Telemadrid

La City, el distrito financiero de Londres, ha perdido a su mayor aliado en Bruselas con la marcha del comisario británico Jonathan Hill, que hoy anunció su dimisión como responsable del sector financiero europeo tras el voto favorable al brexit.

Aunque hasta cierto punto era previsible, la renuncia de Hill a la cartera de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de Mercados de Capitales supone un nuevo revés para los mercados, que el viernes sufrieron graves pérdidas por la decisión de los británicos de abandonar la Unión Europea.

Hill dijo en un comunicado que, tras el respaldo al brexit en el referéndum del pasado jueves, "es correcto que dimita". "Como muchas personas en el Reino Unido, lógicamente estoy muy decepcionado con el resultado del referéndum", afirma Hill, que confiesa que le hubiera gustado "que acabara de otra manera". "Pero el pueblo británico opinó de forma distinta, y así funciona la democracia", constata.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que confió esa cartera a Hill, pese a sus conexiones con la "City", para reforzar el compromiso del Reino Unido, anunció que le sustituirá el 15 de julio el actual vicepresidente para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis.

El reemplazo de Hill es uno de los muchos cambios a los que el sector financiero del Reino Unido, motor de la economía, tendrá que acostumbrarse a partir de ahora, ante el largo proceso de salida de la UE.

El gobernador del Banco de Francia y miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo, Villeroy de Galhau, avisó hoy de que la "City" perderá el preciado acceso al continente si deja el mercado único. Los llamados "derechos de pasaporte" son los que atraen a Londres a numerosos bancos y multinacionales, que buscan facilidades para llegar al mercado europeo, de 500 millones de clientes.

Ante esta situación, los grandes bancos de inversión estadounidenses, como JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Bank of America o Morgan Stanley, se preparan para trasladar a parte de su plantilla a Dublín, París y Fráncfort, según publica hoy el "Financial Times". Bancos británicos como HSBC y Barclays han anunciado también que podrían necesitar reforzar su presencia en el continente, fuera del Reino Unido.

El "FT" ha publicado también que, debido al "brexit", el Gobierno británico ha retrasado la venta programada de acciones de los bancos seminacionalizados tras la crisis crediticia de 2008, Lloyds y Royal Bank of Scotland.

La reacción de las empresas también está empezando a llegar. El grupo de aviación IAG, que integra a British Airways e Iberia, dijo ayer que, aunque la victoria del voto para abandonar la UE no tendrá un impacto a largo plazo en su negocio, sí perjudicará el crecimiento este año de su beneficio de operaciones.

La petrolera Shell ha indicado por su parte que, aunque favorecía la permanencia en el bloque comunitario, trabajará "con el Gobierno y las instituciones europeas sobre las implicaciones" que tendrá el brexit. El ayuntamiento de la City tiene previsto convocar mañana a la prensa para exponer lo que considera serán las consecuencias de abandonar la UE.

El anuncio del resultado del referéndum del pasado jueves tuvo un efecto inmediato en los mercados financieros. La libra esterlina se desplomó más de un 10% respecto al dólar, hasta los 1,33 dólares, su nivel más bajo desde 1985, y la Bolsa de Londres abrió el viernes con una caída de casi el 8%, 500 puntos, hasta 5.840 enteros, como otros parqués internacionales.

La agencia de calificación crediticia Moody's ha rebajado por su parte de estable a negativa la perspectiva de la deuda soberana del Reino Unido. Los analistas prevén que, a corto plazo, el brexit causará volatilidad de la libra y los mercados, así como una desaceleración de la economía, con un posible enfriamiento del sector inmobiliario y un aumento de la inflación.

El Banco de Inglaterra comunicó ayer que tiene preparados 250.000 millones de libras (unos 310.000 millones de euros) adicionales para sustentar al sistema financiero del Reino Unido ante la prevista volatilidad que traerá el brexit.