Ábalos apunta al coche y a la bici para evitar aglomeración en transporte público en la desescalada

El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos
El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos |Europa Press

El ministro de Transportes y Movilidad, José Luis Ábalos, considera "difícil" aumentar la oferta de los transportes públicos urbanos y metropolitanos para garantizar las distancias entre viajeros recomendadas por Sanidad una vez que vuelva a aumentar la movilidad en la próxima fase de 'desescalada'.

Por ello, Ábalos abogó por complementar el transporte colectivo con otros modos como el coche privado o la 'micromovilidad', como es la bicicleta, "dependiendo de las distancias".

"Si queremos articular un transporte seguro una vez que se reanude la actividad, será muy difícil hacerlo sólo con el transporte público"

Asimismo, apostó por gestionar la demanda de transporte con iniciativas como la de escalar los horarios de entrada y salida a los puestos de trabajo o seguir promoviendo el teletrabajo, así como por reforzar las medidas de seguridad y prevención, controlando el acceso a las estaciones y recomendando a los usuarios el uso de mascarilla.

"Si queremos articular un transporte seguro una vez que se reanude la actividad, será muy difícil hacerlo sólo con el transporte público", aseguró Ábalos.

"Mantener la actual recomendación de que la ocupación de viajeros sea de un tercio de los vehículos para garantizar las distancias entre viajeros requiere triplicar la oferta, y no hay capacidad, no tenemos el triple de metros ni de autobuses", explicó el ministro.

"Por ello, hay que analizar distintas alternativas de movilidad, fundamentalmente en las grandes ciudades", de cara a la vuelta a la nueva normalidad, indicó para asegurar que su Departamento está en "contacto y coordinación" con estas capitales.

"El coche privado no es una solución sostenible de futuro, pero en este paréntesis y en estas circunstancias es una opción", reconoció Ábalos quien, de hecho, afirmó que se está registrando un repunte en su uso.

La organización del transporte público y metropolitano en las grandes ciudades constituye uno de los tres ejes sobre los que gira el plan de desescalada que el Ministerio de Transportes diseña para los sectores de su competencia.

Durante su comparecencia en el Congreso, el ministro indicó que el sector del transporte público urbano y metropolitano tendrá un "papel clave" en el "retorno a la nueva normalidad" y, por ello, "será sometido a un importante nivel de estrés durante este proceso".

Por ello, considera que es necesario "diseñar con antelación un sistema seguro y coordinado" en el que, según reveló, su Departamento ya trabaja a través de "diferentes grupos de trabajo formados por distintos ministerios, comunidades autónomas, consorcios de transporte y grupos de expertos a nivel europeo e internacional".

Diferentes medidas

El plan de desescalada para preparar a Cercanías, metros, tranvías y buses urbanos comprende así medidas en la oferta, pero también en la demanda y en la seguridad.

En cuanto la oferta, Ábalos se refirió a que se están analizando los referidos modos de transporte alternativos e "impulsando otros de transporte individual".

Respecto a la demanda, indicó que estudian medidas que permitan que con un grado de actividad similar a la de la crisis se registre una menor movilidad.

Para ello, sopesan iniciativas como decalar los horarios de la jornada laboral "para aplanar el pico de las 'horas punta' o establecer "franjas horarias de personal en teletrabajo".

En cuanto a las medidas para garantizar la seguridad del transporte público urbano, Ábalos se refirió a medidas de control del acceso al sistema de transporte, como el refuerzo de controles de acceso en estaciones, las desinfecciones de éstas y los trenes y los autobuses, y recomendar medidas a los viajeros como es el uso de mascarilla.

No obstante, Ábalos considera que el "éxito" del transporte en la desescalada "no dependerá de una solución única, sino de la armonización de un conjunto de medidas encaminadas a encontrar el punto óptimo, en el que, en cada una de las progresivas fases, compaginemos la previsible demanda con la máxima oferta que podemos garantizar".