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El balonmano llegó a sus vidas casi sin buscarlos. "La verdad es que lo elegí, sinceramente, por casualidad", confiesa Sandra Díaz. "Como vi que mi prima se apuntaba al balonmano, yo hice lo mismo, no sabía exactamente lo que era", responde Andrea González.

Andrea y Sandra son primas y ambas juegan en la División de Honor Plata de balonmano femenino. Andrea milita en el BM Colegio Base Villaverde, mientras que Sandra lo hace en el CB Balonmano Getasur. El balonmano les unió de pequeñas, pero hoy son rivales en el parquet.

"Es duro compatibilizar deporte y trabajo"

Compatibilizan el balonmano con sus estudios y trabajos. Sandra es ingeniera agrónoma y toca el violín: "Estoy haciendo un doctorado industrial en una empresa que se dedica a la biotecnología, también me gusta mucho la música".

"Es duro compatibilizar deporte y trabajo porque tienes que sacrificar mucho tiempo libre, ya que tienes que entrenar mucho", añade Sandra.

Andrea, que estudia Educación Social y trabaja en un centro ocupacional con personas con discapacidad intelectual, añade que "se compagina mal, pero es lo que más nos gusta".