Emilio de Justo, dos orejas y lesión de vértebras en el cierre de la Feria de Leganés

Emilio de Justo, dos orejas y lesión de vértebras en el cierre de la Feria de Leganés
Emilio de Justo, dos orejas y lesión de vértebras en el cierre de la Feria de Leganés |Toros en la Cubierta de Leganés

Se cerró esta tarde de domingo la feria y la cubierta de La Cubierta. Marceó mayo y bajó el termómetro en Leganés. Mejoró mucho la entrada en el coso leganense al reclamo de un cartel de figuras consagradas y emergentes. Tres toreros de distintas generaciones, pero con un concepto del toreo marcado por el clasicismo como nexo común.

Subió el aforo, si, pero bajó el trapío de la corrida de Cuvillo. Ni fachada ni fondo a excepción de un buen segundo, el único toro que rompió a embestir de verdad en el último tercio. Y enfrente, un torero en sazón que volvió a demostrar que está llamado a cotas altas, muy altas. Emilio de Justo vivió el dolor y la gloria en una faena de muchos quilates, percances y emoción a raudales.

Recibió a ese segundo Emilio con un notable ramillete de verónicas sacándose al toro hasta los medios. Se palpaba que los tendidos esperaban al torero cacereño. Y éste respondió con entrega y buen toreo. Muy toreros los doblones en el inicio de faena y templadas las dos primeras tandas a derechas con el ‘cuvillo’ yendo a más.

Donde llegó el cante grande fue al natural. Enganchando muy adelante y reduciendo la velocidad de la embestida. Rugió La Cubierta. Tras un pase de pecho, el primer susto. Con los cuartos traseros lo desequilibró el toro, que hizo por él y lo arrolló pasándole por encima y retorciendo su anatomía contra el albero. Salió KO Emilio del trance. Dolorido, sin poder casi tenerse en pie.

Volvió a la cara del toro para dejar dos soberbias tandas en redondo, más enfibrado y con la emoción que prendía en los tendidos. Los pases de pecho, a la hombrera contraria, provocaban la conmoción de los aficionados. Y como colofón, la estocada. Volcándose sobre el morrillo del toro para salir trompicado de la suerte y repetirse la historia. De nuevo volteado y arrollado. Cayó el toro y las dos orejas antes de pasar a la enfermería. Ya no salió Emilio de Justo, camino del hospital tras una posible fractura de vértebras.

También tocó pelo Juan Ortega, que si en su primer toro poco pudo hacer con un ejemplar anovillado y sin vida, con su segundo se pudo desquitar y mostrar su torería innata. Se gustó en el saludo capotero con un ramillete de verónicas que aunaron temple y expresión. Y con la muleta, volvió a dejar muletazos de gran naturalidad y expresión. Nada forzado. Todo relajado y a compás. No fue una faena redonda, pero sí plena de detalles que terminan por llenar el alma.

Quien no tuvo su tarde fue Enrique Ponce. El valenciano pechó con un lote infumable. Su primero se apagó sin remisión tras clavar su subalterno Abraham Neiro un par de banderillas en el hueco del puyazo. Una doble media estocada que hizo que el de Cuvillo se echase al poco de comenzar la faena.

El segundo de su lote fue devuelto y en su lugar saltó un jabonero basto de hechuras y vacío por dentro. Tampoco se dio coba con él Ponce.

Con el que lidió en lugar de De Justo, el valenciano no dejó buena impresión. Muchas precauciones ante un animal manejable, pero de escaso celo. No se confió nunca el veterano diestro.

FICHA DEL FESTEJO

Leganés (Madrid), domingo 9 de mayo de 2021. 3ª de Feria. Tres cuartos sobre el aforo permitido.

Toros de Núñez del Cuvillo, el 4º como sobrero. De muy desigual presentación y hechuras. Conjunto bajo de raza y de juego deslucido. El mejor, en encastado 2º.

Enrique Ponce, silencio, silencio y saludos.

Emilio de Justo, dos orejas en el único que mató.

Juan Ortega, silencio y oreja.

Parte médico de Emilio de Justo: “Contusión lumbrosacra con probable fractura de la vértebra L5 y S1. Se traslada al hospital de referencia. Pronóstico reservado”.