La verdad de Cortés y el temple de Espada, a hombros en Colmenar Viejo (1ª parte)

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El coso de La Corredera ha vivido este domingo una tarde de muchos matices y emociones con una corrida encastada de Domingo Hernández que tuvo la cumbre de “Garbancero”, un tercer toro de alta nota que recibió la vuelta al ruedo póstuma.

Javier Cortés llegó a Colmenar dos días después de su grave cornada en Linares, con los puntos aún frescos y los drenajes colocados. La ovación tras el paseíllo reconoció el gesto del torero de Getafe. Su primero fue un toro áspero con el que estuvo firme y paciente. Paciente para ir limando las complicaciones que tuvo de salida el toro para después desgranar dos tandas mandonas, una por cada pitón, de gran mando y emoción. Pero la espada se llevó la posibilidad de tocar pelo.

Sin embargo, el triunfo no se le escapó en el cuarto. El de Domingo Hernando no entregó nunca la cuchara hasta que Cortés tiró la moneda al aire para cuajarlo de verdad. Han asentado estaba, que el animal le volteó de forma dramática, con una mala caída y un posterior derrote a la altura de la hombrera en el que afortunadamente el pitón no caló. Con la plaza aún conmocionada, el diestro tiró de raza para exprimir las embestidas de su oponente. Esta vez la espada viajó certera y el doble trofeo cayó por mayoría de pañuelos.

En la salida a hombros le acompañó Francisco José Espada, en cuyas manos cayó en suerte “Garbancero”, un toro que empujó en el caballo, se durmió después en el peto y fue un torrente de nobleza, clase, prontitud, fijeza, clase y profundidad en sus embestidas.

Además, todo ello acompañado de altas dosis de casta para aderezar el cóctel de emociones que deparó el toro del hierro salmantino. Espada lució al toro, le dio distancia en los cites y lo llevó toreado por ambos pitones. Bordó los de pecho. Encajado y templado por ambos pitones, el de Fuenlabrada estuvo a la altura de tan buen toro. Pero un pinchazo hondo y tres descabellos le alejaron del doble trofeo y dejaron todo en una oreja.

Otro trofeo sumó con el noble pero medido sexto, un toro con mejores inicios que finales. Tomaba la muleta con nobleza pero salía desentendido de los muletazos. El joven diestro volvió a mostrarse firme y templado y cortó una oreja tras un buen espadazo.

El cartel lo completó Miguel de Pablo, que brindó su primera faena a Javier Cortés. El torero colmenareño lidió en primer lugar un animal al que se protestó en los primeros tercios por su falta de fortaleza motivada por una fuerte voltereta. Sin embargo, el de Garcigrande se vino arriba y acabó embistiendo con casta y clase a la muleta del diestro local. Las ganas suplieron las lógicas carencias de quien se volvía a vestir de luces más de dos años sin hacerlo. Tras una estocada, paseó un trofeo.

El quinto fue un torazo de 660 kilos que, pese a todo, tuvo fondo para mover tanta carrocería aunque fue apagándose poco a poco. Miguel de Pablo tiró de firmeza y ganas para solventar la papeleta. El posible premio se le escapó con el descabello.

FICHA DEL FESTEJO

Colmenar Viejo (Madrid), domingo 29 de agosto de 2021. 2ª de Feria. Media plaza sobre el aforo permitido.

Cuatro toros de Domingo Hernández y dos de Garcigrande (2º y 4º), bien presentados aunque de desiguales hechuras y volúmenes. Corrida con fondo de nobleza y casta. Destacó el notable y completo tercero, “Garbancero”, nº 5, de 530 kilos, 03/16, que fue premiado con la vuelta al ruedo.

Javier Cortés, saludos y dos orejas.

Miguel de Pablo, oreja y saludos.

Francisco José Espada, oreja tras aviso y oreja.

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