Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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El programa 5 de 'Toc, toc... ¿se puede?' nos ha sorprendido con cuatro propiedades muy diferentes y realmente increíbles.

Para empezar, la cantante Cristina del Valle nos ha abierto las puertas de su piso de Madrid, aunque en realidad eran dos apartamentos que Cristina unió al separarse de Alberto, su compañero en 'Amistades peligrosas'.

La casa de Cristina es fiel reflejo de su esencia. Está plagado de plantas y toques de la cultura árabe. Le encanta recibir a sus amigos, y por eso tiene hasta barra de bar. Sin embargo, los invitados no podrán sentarse en cómodos sofás. A la casa de Cristina hay que entrar descalzo y sentarse en el suelo.

Y cambiamos radicalmente de estilo para descubrir, por primera vez, qué significa vivir en una 'madriguera' y en plena Moraleja.

Se trata de una encantadora casita semioculta entre plantas. Sus dueños, una joven pareja, la llaman “La Madriguera” y realmente lo es. Entre la maleza y junto a un estanque con el sonido del agua de fondo, han transformado un antiguo estudio de pintura en su refugio personal, con truco visual incluido.

Pero el programa ha encontrado más casas realmente asombrosas, como una 'villa románica' en Carabaña. Tiene nada más y nada menos que cerca de 1.500 metros cuadrados construidos y 4.500 de parcela. Alberto, su propietario, ha tardado 15 años en tenerla a su gusto. Hablamos de 12 dormitorios, 8 baños, bodega, piscina privada, jacuzzi, sauna , baño turco, casa para invitados y ¡hasta un hórreo!. Un derroche de piedra y madera que abruma por su tamaño y enamora por el espacio y el paisaje de la propiedad.

De vuelta a la capital, nos encontramos con una preciosa (y amplia) casa domótica en Príncipe de Vergara. Tiene 250 metros cuadrados y ha sido reformado completamente, dándole la vuelta a su configuración original. Un espacioso y moderno piso con toda la última tecnología y en muebles inteligentes que se asoma al barrio de Salamanca.