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El 47º aniversario de la Constitución española se ha celebrado en un ambiente marcado por la fuerte actualidad política y judicial, con un Gobierno debilitado parlamentariamente, nuevas polémicas internas y un notable choque institucional entre Congreso y Senado. Antes del acto oficial, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió la gestión de su Ejecutivo y apeló a la importancia de proteger la Carta Magna, mientras que el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, criticó al Ejecutivo asegurando que es “el Gobierno que más ha atacado la Constitución en sus 47 años de vida”.

Feijóo afirmó que en casi cinco décadas “nunca hemos tenido un Gobierno que degradase tanto las instituciones”, y señaló como paradójico que quienes alertan de una supuesta deriva autoritaria “sean nostálgicos de la dictadura franquista o herederos de ella”.

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Sánchez, por su parte, sostuvo que debe defenderse la Constitución frente “a la derecha y la ultraderecha que ponen en riesgo los derechos sociales”.

Actualidad política y judicial desplaza el tono conmemorativo

La jornada llegó marcada por factores que han relegado a un segundo plano la celebración institucional. Entre ellos, el bloqueo legislativo por la pérdida progresiva de apoyos del Gobierno y la imposibilidad de sacar adelante medidas clave como los Presupuestos Generales del Estado.

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En el ámbito judicial destacan la entrada en prisión de los dos últimos secretarios de Organización del PSOE, presuntos casos de corrupción que afectan a la familia del presidente y las denuncias de acoso sexual contra Paco Salazar.

Posturas de los socios parlamentarios

Entre los socios de investidura y coalición tampoco hubo un clima de celebración. Podemos aseguró que “hay poco o nada que celebrar”, señalando que “la fábrica de desigualdad en España se llama vivienda”.Desde Vox, el mensaje fue igualmente crítico: “Nada de lo que está sucediendo en España es normal y por lo tanto Vox no puede participar de esa normalidad”.

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Presidentes autonómicos llaman al diálogo

Varios presidentes autonómicos aprovecharon el acto para reivindicar el espíritu de diálogo constitucional. Desde la Comunidad Valenciana se apeló a “recuperar puentes” con afectados por la DANA, mientras que Aragón subrayó la importancia del acuerdo para sus presupuestos. Extremadura recordó que ya ha convocado elecciones por falta de cuentas regionales, y Murcia criticó la participación del candidato socialista en supuestas tramas de corrupción vinculadas a familiares del presidente del Gobierno.

Choque institucional entre Congreso y Senado

El aniversario estuvo condicionado también por una controversia institucional. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, decidió que el acto se celebrara en la Cámara Baja pese a que este año correspondía al Senado organizarlo. Además, no permitió que el izado de bandera se realizara en la Cámara Alta, rompiendo el compromiso rotatorio entre ambas instituciones.

A ello se suma que el Congreso mantiene bloqueadas “decenas de iniciativas ya aprobadas en el Senado”, lo que ha acentuado el malestar entre ambas cámaras. Pese a todo, Armengol y el presidente del Senado fueron vistos conversando durante buena parte del acto, dejando abierta la interpretación de los gestos y posiciones de los dirigentes presentes.

Imagen pública: saludos, distancias y ausencias

El presidente del Gobierno saludó a los presidentes de ambas cámaras, aunque las cámaras captaron que dejó atrás a Pedro Royán para hablar brevemente con Armengol. En cambio, la distancia entre Sánchez y Feijóo volvió a hacerse visible: no se saludaron ni llegaron a mirarse durante el acto.

El evento registró además dos ausencias destacadas: los partidos independentistas y Vox, que no acudieron al acto institucional del Día de la Constitución.