Se cumplen 9 meses del inicio de la invasión de Ucrania y Rusia intensifica los ataques dirigidos a dejar a la población civil sin calefacción, electricidad y agua corriente. Sólo en la capital, Kiev, 600.000 hogares sufren desabastecimiento. El Ejército ucraniano también continúa su ofensiva en el sur y este del país.
Moscú intenta compensar sus derrotas en el campo de batalla tratando de quebrar la voluntad de los civiles, bombardeando sin descanso instalaciones energéticas. “La escala de los daños es colosal, dice el responsable estatal de la red eléctrica Volodimir Kudriski. Y después de cada ataque necesitamos tiempo para reparar la red”.
El presidente Zelensky ha confirmado que solo en Kiev la mitad de la población, 600.000 hogares, están sin electricidad ni agua corriente. y La ONU denuncia que los ataques rusos están sumiendo a millones de ucranianos en condiciones de vida espantosas. La UE va a proporcionar más ayuda al país para mantener la energía.
Los civiles de las recién liberadas Jersón y Mikoilaiv han comenzado a ser evacuados dado que en las condiciones de falta de suministro no se puede vivir. “Esperaremos a la que la situación mejore, dice Tetiana Stadnik, y luego volveremos a casa”.
En Jersón, al menos 15 civiles han muerto en un bombardeo. “Odio a los rusos, dice Lilia Kristenko, han matado a mis padres, las dos personas más importantes e mi vida. Solo vivo ya por mi hijo”.
En la región, la ofensiva de Kiev se mantiene, al tiempo que espera una contraofensiva rusa a través del río Nipro. Las bajas rusas son numerosas, y decenas de soldados han sido hechos prisioneros.
Mientras, Putin trata de calmar a las madres de los soldados escenificando una reunión con algunas de ellas en la que, sin embargo, no se ha escuchado protesta alguna. “Todos hemos de morir, dice dirigiéndose a la madre de un militar muerto en Mikoilaiv. La cuestión es cómo hemos vivido, Su hijo vivió de verdad”.
