Vídeo: REDACCION/AGENCIAS | Foto:Telemadrid
(Actualizado

Con grúas y durante toda la noche. Sin descanso. Así han estado trabajando los bomberos en el edificio siniestrado. Las labores se centran a estas horas en evaluar los daños. El informe de los técnicos municipales decidirá si se declara la ruina del inmueble.

Los técnicos evalúan la estructura del edificio de Madrid siniestrado

Ahora mismo, los trabajos se centran en dos puntos: aclarar las causas del siniestro, aunque todo apunta a una explosión de gas, y ver si es necesaria la demolición del edificio.

Así, los bomberos del Ayuntamiento de Madrid han evaluado este sábado el derribo del edificio afectado por la explosión en el distrito de Salamanca en donde han consolidado los huecos de la fachada afectados y han apuntalado las estructuras del edificio.

Efectivos de los bomberos han continuado este sábado con los desescombros y valorando un posible derrumbe.

Piden investigar un posible fallo de seguridad laboral en la explosión de General Pardiñas

"Hemos estado consolidando todos los huecos de la fachada. Dentro del peligro de posible derrumbe secundario, hemos estado apuntalando toda las estructuras que hemos colado en todos los huecos y en el interiór también", ha trasladado en declaraciones a los medios el jefe de guardia de Bomberos Madrid, Victor Barrasús, que se encuentra trabajando junto a sus compañeros en la seguridad del edificio afectado y de los colindantes.

Un total de 96 personas han sido desalojadas de sus viviendas. El jefe de unidad de Samur-Social, Juan Carlos Arellano, ha indicado a la prensa que, del total de vecinos que no han podido regresar a sus domicilios, seis han precisado alternativa habitacional, por lo que han sido realojadas en hoteles.

El viernes, el equipo de Samur-Social atendió “todo tipo de necesidades”, como la disposición de medicación, la entrega de las mascotas que se quedaron en las casas a sus dueños o la atención específica a las personas mayores, con el objetivo de reconstruir “de la mejor manera posible” una “cierta normalidad en sus vidas”.