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Como cada invierno, se multiplican los ataques de los lobos en la sierra. Varios ganaderos de Madrid están muy preocupados por estos asaltos a su ganado. Los lobos hieren o incluso matan a sus animales. Tienen ataques casi a diario. Los ganadores tardan varios años en criarlos. No se compensan lo suficiente porque el daño es mucho mayor de lo que se estipula en los seguros”.

Es lo que nos cuenta, Enrique, ganadero de Madarcos. Cada mañana su primera preocupación es comprobar si le falta alguna res. Los ataques de los lobos, especialmente en invierno son cada vez más agresivos y más cercanos a su finca.

Enrique vive en una casa junto a las vacas. Desde la cama puede oír los cencerros y los mugidos. Si las vacas se espantan él sale con sus perros.

No es una amenaza. Es una certeza. La semana pasada, uno de sus perros fue atacado por una manada cuando protegía a las vacas.

Y cuando los lobos no acaban con su presa lo hacen los buitres.

Enrique reclama una convivencia equilibrada para que no sean los ganaderos una especie en extinción