Desde el Colegio de Arquitectos de Madrid piden a la Comunidad de Madrid que declare Bien de Interés Cultural algunas construcciones que son relativamente recientes, pero que tienen gran valor, con el objetivo de que sean "presas" de la especulación o vean amenazada su arquitectura por nuevos usos.
El listado es amplio, un veintena de edificios en busca de protección. Desde algunas diseñadas por Javier Carvajal como la Casa Carvajal, en Somosaguas hasta la Casa Sobrino, en Aravaca .Y entre ellas, se encuentra también el edificio que albergaba la antigua discoteca Pachá, que el arquitecto Luis Gutiérrez Soto diseñó hace ya más de 90 años en la calle Barceló.
El edificio, que comenzó albergando una sala de cine y un teatro, terminó por dar cabida en los años 80 a la discoteca más emblemática de Madrid.
Pasados los años álgidos de la Movida, el Teatro Barceló nunca perdió el espíritu de glamour y transgresión que le caracterizó durante los 80 y los 90, y ha seguido siendo el símbolo de la noche madrileña.
