Vídeo: REDACCIÓN | Foto:Telemadrid
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Khaldoun Al-Azab no ha tenido una vida fácil aunque quién lo diría viéndole derrochar alegría de vivir frente al bar en el que trabaja, en la capital jordana de Ammán. Llegó hace dos años huyendo de la guerra, que desde hace cinco asola su país, y donde perdió a la mayor parte de su familia.

Le costó encontrar trabajo, pero finalmente fue empleado en un bar de carretera. Tuvo la genial idea de plantarse todas las mañanas frente al bar, ataviado con la vestimenta tradicional yemení, y cantando y bailando temas tradicionales yemeníes para atraer a los clientes.

Ejemplo de superación ante la adversidad, Khaldoun se lo pasa bien, lo hace pasar bien a los demás y, gracias a sus actuaciones, el bar está todos los días lleno.