"Nos vamos con un mensaje y con una imagen muy positiva de la enorme capacidad de superación y de solidaridad", ha dicho el rey Felipe a los periodistas tras comprobar personalmente junto con la reina las consecuencias de las lluvias torrenciales en el Levante mallorquín.
Don Felipe y doña Letizia han estado hoy durante dos horas y media el pueblo de Sant Llorenç des Cardassar, epicentro de la catástrofe, y al término de la visita el rey ha querido resaltar la gran solidaridad de los mallorquines.
"Uno se da cuenta de la dimensión de la tragedia en un sitio tan pequeño y de forma tan concentrada", ha destacado don Felipe de las conversaciones que él y la reina han mantenido con los vecinos afectados.
"Esa es la peor parte -ha proseguido tras mencionar los doce muertos y el niño aún desaparecido-, pero también nos vamos con un mensaje y con una imagen muy positiva de la enorme capacidad de superación, de solidaridad impresionante de tanta gente que se ha agolpado aquí, de todo el Llevant, toda la comarca y de toda Mallorca".
Esta gente, ha indicado don Felipe, ha acudido a los pueblos afectados a "ayudar en todo lo posible, a ayudar a gente que lo está pasando mal y que lo ha pasado muy mal y que tiene por delante un futuro inmediato muy difícil".
"De eso se trata, de unir todos los medios y recursos posibles para ayudar, y eso lo hemos visto muy bien plasmado en todo el esfuerzo inmediato", ha dicho para añadir que él y la reina confían en que "haya también continuidad en la ayuda para que la gente recupere su normalidad lo más posible".
"En todo caso -ha resumido-, el mensaje que nos llevamos es, en un día tan especial como hoy, el enorme orgullo por la gente de aquí, por la solidaridad de todo el mundo. Toda España ha estado muy pendiente de lo que ha ocurrido aquí y también se lleva un mensaje muy impresionante de la reacción".