Vídeo: REDACCIÓN / SERVIMEDIA | Foto:Telemadrid
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La ministra de Defensa, Margarita Robles, presidió este jueves en la Escuela de Guerra del Ejército (Madrid) el homenaje a los más de 400 miembros de las Fuerzas Armadas que resultaron heridos en acto de servicio en los últimos cinco años.

Según informó Defensa, Robles estuvo acompañada en este homenaje por la cúpula civil y militar del Ministerio y las Fuerzas Armadas. La ceremonia fue presentada por los periodistas Ángeles Blanco y Ángel Expósito.

Tras la proyección de un vídeo, la ministra y el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, Amador Enseñat, compartieron escenario con seis de los heridos, dos de ellos en silla de ruedas, pertenecientes a los dos ejércitos, la Armada, y la Unidad Militar de Emergencias.

En su intervención, Robles señaló que el homenaje era un gesto de las Fuerzas Armadas para dar las gracias a los heridos, y a sus familias, que han sufrido mientras hacían lo mejor que saben, “que es servir a España y a sus ciudadanos”.

“MADERA DE HÉROES”

“A mí me gustaría expresar toda la admiración, cariño y orgullo que sentimos, como ministra, como ciudadana y como española. Sois un ejemplo de superación y resistiréis, porque tenéis madera de héroes”, dijo Robles a los homenajeados, tras escuchar las historias y accidentes de una decena de ellos, que siguen luchando por recuperarse o enfrentarse a las secuelas de sus lesiones.

La profesión militar tiene un componente de riesgo implícito, recordó la teniente coronel médico Pilar Salvador, responsable de la Unidad Médica de Aeroevacuación (Umaer), del Ejército del Aire y del Espacio, que elogió el papel de la sanidad militar española y sus protocolos de actuación a la vanguardia.

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“A veces nos vemos en momentos complicados, ocurren accidentes, y es cuando desde la Umaer estamos preparados para en un tiempo récord de dos horas montar un hospital en un avión”, afirmó Salvador, quien destacó que “somos el único país de Europa que lo hace en ese tiempo”.

La profesionalidad, eficiencia y el trato humano y cercano de los sanitarios militares en el rescate y recuperación de los heridos fue reconocido por todos, como el sargento primero Juan Luque, a quien una caída desde un carro de combate en Letonia le afectó dos vértebras y la columna.