El rey Alfonso XIII viajó en este vagón de Metro y su nieto, Felipe VI, lo visitó hace unos días, en los actos del centenario del Metro. Hoy hemos sabido que este convoy, además de tener un valor histórico, tiene un precio para los grafiteros: 22.000 euros para el que consiga dejar en él su huella de spray. La recompensa se ofrece en redes sociales.
Es una especie de reto, de desafío extremo: 22.000 euros para los grafiteros que consigan pintar el vagón más codiciado del Metro de Madrid. "El coche de 1919" con el que se inauguró el suburbano.
La Policía ha detectado esta recompensa por redes sociales, en un pique entre grafiteros de Madrid, Barcelona y Valencia.
Eso ha obligado a poner seguridad en este vagón, expuesto en la estación de Chamartín y que constituye una joya artística y del patrimonio de los madrileños. Metro ha dispuesto turnos de 24 horas de vigilancia de seguridad para impedir la agresión.
