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La Comunidad de Madrid ha subrayado este martes que el servicio de Cercanías "no funciona" y ha exigido "ampliar" e "incrementar" la inversión al Gobierno en funciones, que por su parte defiende que "se va a un buen ritmo" en la ejecución de las mejoras previstas en la red.

Así lo han manifestado ambas instituciones tras la reunión de la Comisión de Seguimiento del Plan Integral de Cercanías de Madrid que ha tenido lugar esta tarde en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), donde han asistido el secretario de Estado del ramo, David Lucas, y el consejero madrileño de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo.

Tras una hora y media de "cordial" reunión, el consejero madrileño ha afirmado ante los medios que el Ejecutivo se empeña en "negar una realidad, que es que el servicio de Cercanías de Madrid no funciona", como a su juicio demuestran las "quejas" frecuentes de los viajeros. "No puede ser (...) que los madrileños se levanten todos los días con una incertidumbre porque no saben si ese servicio de transporte funciona", ha indicado Rodrigo, que ha cifrado en 819 millones de euros la inversión del Gobierno en las infraestructuras del Cercanías de Madrid desde 2018.

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Sin embargo, el secretario de Estado de Transportes ha esgrimido que hay más de 4.000 millones de euros "movilizados", esto es, correspondientes a inversiones "en proyecto, en ejecución, que ya han sido licitadas las obras o proyectos" o "ya terminadas". En este montante, el secretario de Estado ha incluido los más de 2.200 millones de euros que Renfe va a dirigir a la compra de 211 trenes para la red de Cercanías de Madrid, que ya están en construcción y de los cuales los primeros empezarán a prestar servicio "a lo largo del año 2025".

Lucas ha dicho ser "consciente" de las incidencias que pueden derivarse de las distintas obras o de las "inclemencias del tiempo", pero ha asegurado que en el mes de octubre el 97,5 % de los trenes circularon sin retrasos.

NAVALCARNERO Y SAN MARTÍN DE LA VEGA, SOBRE LA MESA

En otro orden, la Comunidad de Madrid ha planteado ceder al Gobierno las infraestructuras que tiene construidas en la ampliación inconclusa de la línea C-5 entre Móstoles y Navalcarnero y en el tramo en desuso de la línea C-3a que conectaba Pinto y San Martín de la Vega, que daba servicio al Parque Warner y se cerró en 2012.

Lo ha hecho "con el fin de que las pudiesen ejecutar directamente desde el Ministerio, ya que nosotros no tenemos la competencia en Cercanías y no tenemos la posibilidad de implantar ese servicio", ha explicado el consejero.

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El secretario de Estado, por su parte, se ha comprometido a "analizar" si "procede o no" acometer la recuperación de esas dos infraestructuras fallidas.

Además, ambas administraciones han acordado fijar una periodicidad semestral en las reuniones de la Comisión de Seguimiento, y valorarán la creación de una subcomisión de carácter técnico.

La Comunidad de Madrid pidió una convocatoria de esta comisión el pasado 16 de octubre, ante una sucesión de incidencias y averías en la prestación del servicio que ha continuado en días subsiguientes, ocurriendo la más reciente ayer mismo, cuando una avería en un tren interrumpió durante cuarenta minutos la circulación en el túnel de Recoletos y provocó retrasos en cinco líneas.

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La anterior reunión de la comisión de seguimiento fue el 30 de marzo pasado y acudió como representante de la Comunidad de Madrid el entonces consejero de Transportes, David Pérez, relevado del cargo tras las elecciones autonómicas de mayo.