Hay gran preocupación entre los ucranianos que continúan en Kiev o en los alrededores. Pasan las horas en el metro o en refugios improvisados. Nos cuentan cómo ha sido pasar la noche bajo el sonido de las sirenas y de las bombas. Es el
Daryna Chulakoba cuenta su situación desde su casa, a la que ha subido a buscar comida después de pasar la noche en un aparcamiento con otros vecinos.
Suenan las sirenas y familias enteras se ven obligadas a escapar al refugio más cercano. Muchas han pasado la noche, lo enseñan con sus móviles, en el suburbano de Kiev, es uno de los más profundos del mundo y por lo tanto de los mejores refugios antibombas.
Fuera, las calles casi desiertas, mientras que los supermercados están abarrotados de ucranianos haciendo acopio. La población asegura vivir el terror de la guerra y pide la intervención internacional.