El delegado de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento de Madrid, José Manuel Calvo, ha asegurado que la instalación de semáforos en la primera fase de la transformación de la A-5 en vía urbana se producirá en enero, con independencia de la propuesta presentada en el Pleno por el PSOE, que ha planteado una mesa de diálogo.
Los semáforos de la primera fase, regulatorios del tráfico van a permitir la incorporación desde la Vía de los Poblados a la M-40. Los de la segunda fase estarán en los cruces para permitir a los vecinos y vecinas de barrios de Batán, Lucero, Aluche y Campamento, en el distrito de Latina, que puedan cruzar a nivel, "como se hace en cualquier otra calle", en la futura A-5 como vía urbana.
El concejal socialista Chema Dávila han defendido una proposición en el Pleno de Cibeles en la que piden al Gobierno municipal diálogo con todas las administraciones en torno a la A-5 y a la Comunidad una mesa, con presencia de los municipios del sur y oeste. Ha salido adelante con el apoyo de Ahora Madrid y el rechazo de PP y Cs.
En la mesa se deberían desarrollar las medidas alternativas a implantar en el proyecto de transformación de vía urbana de la A-5 a su paso por la ciudad de Madrid y entre cuyos objetivos, se encuentra "la búsqueda de la máxima cooperación y coordinación de todas las administraciones competentes para un desarrollo eficaz, integral y acordado del proyecto". Los socialistas buscan además instar al Consorcio Regional de Transportes para que en el ámbito de sus competencias, y en coordinación con el Ministerio de Fomento, realice un estudio de movilidad del transporte público y privado en la zona afectada por este proyecto, tanto en el municipio de Madrid como en los de las zonas sur y oeste.
"El PSOE de Madrid quiere dejar perfectamente clara nuestra rotunda y contundente oposición a estos planes y a que se realicen de forma inmediata", aseguró ayer Franco, mientras que este martes el edil del PSOE-M Chema Dávila ha defendido que "es la mejor solución posible", aunque debe acometerse "de forma coordinada".
"Ayer mismo su secretario general dijo que Carmena hacía de esto algo electoralista y personalista, ojo, al llevar a cabo el proyecto del PSOE", ha destacado el edil del PP Álvaro González, quien también ha calificado la posición de José Manuel Franco de "tirón de orejas". El PP prevé mayor ruido, colapso de los túneles y más tráfico en otras entradas a la capital por "hacer una ratonera en la A-5" perjudicando a un millón de personas.
Además, el concejal de Ciudadanos Sergio Brabezo ha acusado al PSOE de actuar como un "bombero pirómano"; "Primero crea el problema y ahora va de salvador, ha hecho un papelón el señor Dávila", ha afirmado el edil, quien cree que en el PSOE "intenta resolver un marrón interno".
Por su parte, el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, ha pedido al PSOE mantener la "coherencia" en torno a una actuación que ambos grupos consideraban "necesaria". "Ahora Madrid la sigue entendiendo necesaria", ha añadido Calvo, quien ha explicado que la medida haría avanzar hacia una ciudad "más sostenible" y con menos tráfico y contaminación, además de corregir "una anomalía urbana", que la A-5 sea la única autovía que entra en Madrid como una autopista.
EL PLENO PIDE MEDIR EL IMPACTO DE MADRID CENTRAL Y SABANÉS GARANTIZA CONTROLES
Además el pleno del Ayuntamiento de Madrid ha pedido hoy medir el impacto -económico, de tráfico y en la contaminación- de Madrid Central y, aunque el grupo Ahora Madrid se ha quedado solo rechazando esta propuesta del PP, la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, ha garantizado los controles.
Ahora Madrid no ha apoyado la proposición, que además de exigir controles alude al rechazo ciudadano a Madrid Central, al considerarla de "mala fe", pero la propuesta ha sido aprobada con el voto a favor de PP y Ciudadanos y la abstención del PSOE, que este martes no ha votado junto al Gobierno de Manuela Carmena, como es habitual en lo referente a las restricciones al tráfico.
La delegada de Medio Ambiente y Movilidad ha lamentado la insistencia del PP en criticar Madrid Central "a golpe de simplismo, de mala fe y de manipulación", y lo ha instado a que trabaje "un poco más en favor de la salud y menos en favor de los coches". La delegada ha asegurado que el Ayuntamiento hará una "valoración continua" del efecto del proyecto de movilidad, con medidores de vías perimetrales, de usuarios de transporte, de ocupación de parkings o de impacto en el comercio, datos que serán analizados en una mesa sobre Madrid Central "que se va a constituir".
Además, Sabanés ha argumentado que, cuando el PP gobernaba y proyectó el soterramiento de la M-30, las primeras Áreas de Prioridad Residencial (APR) o las peatonalizaciones de las calles Preciados o Fuencarral, no existieron informes. Según la edil, la UE apenas ha dado un "último respiro" al Consistorio gracias a Madrid Central, porque los Gobiernos de Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella "engañaron a la UE" al no aplicar una normativa medioambiental vigente desde 2010.
La concejal del PP Inmaculada Sanz ha asegurado por su parte que "la ordenanza que recoge este proyecto es probablemente ilegal" y ha exigido al Gobierno que le diga "con datos empíricos" a los ciudadanos "cómo va a empeorar" la capital. La 'popular' ha estimado "especialmente sangrante" que el Ayuntamiento defienda que el tráfico no variará sustancialmente en Chamberí y los otros distritos que conforman el perímetro de Madrid Central, y ha pedido poner "encima de la mesa" informes en lugar de "postulados sectarios".
Pese a compartir la necesidad de controles, el edil socialista Chema Dávila ha criticado que el PP haya rechazado una enmienda del PSOE-M que pedía reforzar el transporte público, un estudio de movilidad o una mesa de evaluación con presencia de la Comunidad de Madrid. "Les importa un bledo la movilidad en la ciudad de Madrid (...) ustedes se dedican a hacer otra cosa, a hacer ruido, a crear confusión, a hacer un debate enfangado, no vamos a entrar en su juego", ha afirmado Dávila, a quien el PP le ha dicho que se "aclare".
Por su parte el edil de Ciudadanos Sergio Brabezo ha puesto el acento en el coste de Madrid Central, que ha cifrado en 23 millones de euros -entre los que incluye la reforma de la Gran Vía y otras obras- y ha pedido replantear una medida que a su juicio solo daña a los madrileños.
Madrid Central, transformará a partir del próximo viernes, la forma de moverse en la capital, puesto que ya solo irán al centro en coche sus vecinos e invitados, los vehículos no contaminantes y quien estacione en un aparcamiento.