Vídeo: EFE | Foto:Telemadrid
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Un grupo de 57 madrileños elegidos por sorteo supervisará la acción del Ayuntamiento de Madrid a través del nuevo Observatorio de la Ciudad, cuyo reglamento ha sido aprobado hoy de forma inicial en la Junta de Gobierno municipal. La función de este observatorio será supervisar las políticas municipales, elaborar dictámenes con propuestas, evaluar ideas ciudadanas e incluso convocar consultas.

El Gobierno de Manuela Carmena prevé que este observatorio empiece a funcionar en los primeros meses de 2019 con 57 miembros -los mismos que concejales en el pleno de Cibeles- otros 57 suplentes, una presidencia elegida por concurrencia pública y un mandato de un año antes de su renovación.

La participación en este grupo será totalmente voluntaria y sus miembros obtendrán dietas similares a las que se cobra por formar parte de una mesa electoral, aunque el Ayuntamiento hará todos los esfuerzos posibles para que nadie decline la invitación, como hoy ha explicado el delegado de Transparencia, Participación Ciudadana y Gobierno Abierto, Pablo Soto. Así, el Consistorio intentará que las sesiones del observatorio -un mínimo de ocho al año- sean en fin de semana, ofrecerá ludoteca, transporte en casos con mucha dificultad y justificantes para los centros de trabajo, según ha detallado el edil de Ahora Madrid en rueda de prensa.

El objetivo es conseguir la mayor pluralidad posible en este órgano, no solo de opciones ideológicas, sino de edades, renta o género. "Lo normal es que en los órganos representativos no haya mucha diversidad, ni de renta, ni edad, ni de género" sino que haya una "mayoría abrumadora de hombres", ha explicado Pablo Soto.

Este sorteo se celebrará en dos fases, en la primera se enviarán invitaciones a domicilios de la ciudad y las personas empadronadas que acepten entrarán en un segundo sorteo, donde se tendrán en cuenta su edad, sexo y distribución geográfica para asegurar que el grupo es plural. Quienes ejerzan ese mandato de un año estarán exentos de formar parte de los siguientes observatorios.

Respecto al trabajo de estos supervisores ciudadanos, consistirá en elaborar propuestas y proponer soluciones a temas que plantee el Ejecutivo municipal, el pleno o los propios vecinos de la capital.

Para ello contarán con acceso a expertos y técnicos municipales, ha detallado Soto, quien ha explicado que estas iniciativas se celebran ya en países como Escocia.

Que este observatorio responda de forma directa a las inquietudes de los vecinos es una "diferencia fundamental" según el concejal porque "posibilita que la agenda política de los temas más relevantes no solo venga como siempre de los políticos sino también de la propia ciudadanía".

El Ayuntamiento de Madrid tendrá un plazo máximo de 90 días para responder a los dictámenes del observatorio y, en su caso, presentar un plan de acción.