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Con mascarilla y abanico. Llega la escalada del termómetro y la primera ola del calor de un verano distinto, sin tantas opciones de refrescarse. Fuentes sin agua o chorros cerrados en Madrid Río, por ejemplo. Y prohibido el baño en ríos y pozas en toda la Comunidad y no todas las piscinas están abiertas.

Este es el panorama en Madrid que está en alerta amarilla por altas temperaturas ya que este martes rozaremos los 40 grados en muchos puntos de la Comunidad.

Madrid activa la alerta de precaución por calor para estrenar el verano

Noche tropical

Temperaturas elevadas ante las que han de tener especial precaución niños y ancianos. Este martes es el día más caluroso de la semana y la primera noche tropical del año y del verano, el calor aprieta y no tenemos el aliciente de otros veranos de los chorros de los parques que eran una fiesta.

Ante esta ola de calor algunos madrileños escapan: "Me voy a Málaga que Madrid está insoportable" y otros se resignan "porque sólo estamos comienzo". El típico calor de Madrid tórrido, seco y sofocante ha hecho ya acto de presencia para recordarnos a todos que estamos en verano.

Amantes del calor

Y a algunos madrileños les gusta "que estemos en verano y que podamos disfrutar un poquito", mientras otros recuerdan que aquí los calores se combaten a la madrileña "con abanico, agua y por la sombra, que por el sol los bombones se derriten".

Para muchos el calor de ahora es una bendición teniendo en cuenta de dónde venimos y dicen que "lo bueno es que lo podamos disfrutar después de estar tanto encerrados".

Insufrible mascarilla

Aunque este verano el calor llega con un incómodo invitado, la mascarilla, que en algunos trabajos, como el de cocinero o camarero, es un complemento especialmente agobiante.

"Cuesta acostumbrarse, porque además hemos pasado de un poco de temperatura a mucha enseguida y pesa el calor de la cocina y el calor de la mascarilla". Pero con terraza de por medio, el calor de Madrid, por lo general, se disfruta.

Trabajadores al sol

En días como estos cuando nos quejamos de calor hay que pensar en los que trabajan a pleno sol en la calle. Son los que peor lo pasan, a pie de obra, en su trabajo de limpieza, transportistas, repartidores..

Todos ellos no tienen más remedio que aguantar las altas temperaturas al sol, aunque no les guste.Y no hay más fórmula para huir de él más que “tomar mucha agua y buscar la sombra en los descansos”, dicen los trabajadores.