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El exdirector de los Mossos d'Esquadra que dimitió en julio de 2017, Albert Batlle, ha reconocido en el juicio por el procés independentista en el Tribunal Supremo que uno de los motivos por los que decidió dejar el cargo fue que se sentía "incómodo" por cómo podían evolucionar las cosas" hacia la celebración del referéndum del 1 de octubre.

Ha dicho que este sentimiento incluso lo compartió con el exconsejero de Interior Jordi Jané, que fue cesado ese verano por el expresidente Carles Puigdemont.

Declara como testigo

Batlle ha declarado como testigo en la vista oral, a propuesta de la acusación popular ejercida por Vox, y ha explicado que unos días después de que Joaquim Forn tomase posesión en sustitución a Jané, presentó una carta de dimisión en la que agradecía la "confianza" depositada en él y recalcaba que la policía autonómica "seguiría cumpliendo con la legalidad vigente y con el respeto a las disposiciones que emanaran de la judicatura y Fiscalía".

Ha continuado diciendo que en ese momento había un "cúmulo de factores" políticos, personales, profesionales y familiares que le llevaron a dimitir, todo ello unido a que entendía que el nuevo consejero tenía "la libertad absoluta" de nombrar a su "propio equipo".

Tras esta explicación, el abogado de Vox Juan Cremades le ha preguntado directamente si se sentía "incómodo" con el desafío independentista, a lo que el testigo ha contestado que "cómodo no me sentía".

Discrepancias con la Cup

"Estaba incómodo por cómo podían evolucionar las cosas. No sólo por el nombramiento de Joaquim Forn, con quien había tenido una relación muy estrecha en el Ayuntamiento de Barcelona. Yo notaba una cierta incomodidad de cierto sector de partidos de apoyo parlamentario al Gobierno de la Generalidad hacia mi persona", ha concretado, haciendo referencia a la Cup, que pidió en varias ocasiones su dimisión por sus discrepancias sobre la actuación de los Mossos.

La fiscal Consuelo Madrigal ha querido hacer hincapié en este punto y le ha inquirido sobre si esta "incomodidad" fue anteriormente trasladada a Jordi Jané.

"No sólo lo comuniqué, sino que en muchas ocasiones la compartí", ha afirmado Batlle, que ha hecho una ligera alusión a que el exconsejero ya explicó ante el tribunal este martes por qué también dimitió.

En su declaración, Jané evitó vincular su salida del Gobierno catalán con la celebración del 1-O, pero sí que reconoció que una de las circunstancias fue la posibilidad de que "en el futuro pudiera no darse un consenso de acuerdo" en referencia al referéndum. Añadió que ante el cese de conseller Jordi Baiget se "abrió una posibilidad de cambio en el Gobierno" y consideró la oportunidad de no continuar formando parte del mismo.

Defiende a Trapero

Por otro lado, el testigo ha afirmado que fue él mismo quien propuso el nombramiento de Josep Lluís Trapero -que próximamente será juzgado en la Audiencia Nacional por rebelión y organización criminal por los hechos del 20 de septiembre ante la Consejería de Economía en Barcelona y el 1-O- como mayor de los Mossos d'Esquadra.

Ha apostillado que esta designación tuvo lugar porque consideraba "necesaria" la recuperación de esta "figura" superior en el cuerpo policial.

Así, a preguntas de Javier Melero, que defiende a Forn, ha destacado que entre la dirección política del cuerpo y la prefectura había una "perfecta conexión y sintonía" y que no se consultaba a la cúpula del departamento de Interior ningún operativo salvo en algunos "episodios" concretos que podían tener "consecuencias políticas".

Con todo ello, ha subrayado que Trapero era "muy celoso" cuando actuaba como policía judicial y por tanto "no hubiese aceptado ninguna intromisión política".