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Distintos peritos forenses han afirmado durante la penúltima sesión del juicio contra una enfermera del hospital de Alcalá de Henares por supuestamente acabar con la vida de dos ancianas e intentarlo con otra que el aire inoculado a las fallecidas fue "mortal de necesidad", pero no han sabido concretan la cantidad de aire introducido en su torrente sanguíneo y si el método utilizado para su inyección fue por jeringuilla o por máquina hospitalaria.

En el penúltimo día de la vista oral del juicio contra la enfermera Beatriz L.D. se han mostrado fotografías de la autopsia a las fallecidas del cerebro y pericardio y también un pequeño vídeo del corazón de una de ellas en las que, según distintos expertos, se aprecian signos de aire inoculado que le hubiera llevado al embolismo gaseoso como causa inopinada de las muertes.

"Al haber una burbuja en el líquido puede fluctuar en cualquier lado. Al abrir el corazón de doña Luisa Moregón (la fallecida en noviembre de 2915) vimos que es una prueba concluyente. En el cerebro es algo patonomónico, con una interrupción de flujo sanguíneo, ocupado por gas. Es lo que se ve en los vasos cuando hay gas introducido", ha dicho el doctor José Soriano, que ha insistido en que esta causa es "mortal de necesidad", ya que termina con la vida de una persona "en dos o tres minutos".

"Al haber una burbuja en el líquido puede fluctuar en cualquier lado"

Por su parte, el forense Eduardo Pérez, que practicó la autopsia a petición de la magistrada encargada del caso de Luisa, ha aludido en primer lugar a los informes pedidos al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, con apoyo de especialistas patólogos, que aseveraron en sus informes que no hallaron nada que justificaba la causa súbita de su fallecimiento "El gas es muy importante. Es como si hubiese habido una puñalada, un tiro. Son tiempos muy cortos. Cuando lo inoculan, la causa de la muerte es inmediata y necesaria con tantísimo gas dentro. Es imposible que no te mate. Es una embolia masiva, que afecta a vasos de todo tipo, dejando sin nutrientes ni oxígeno a un montón de órganos principales para la vida. El mecanismo de muerte es igual que un tiro y puñalada atravesando el corazón", ha relatado.

El doctor Pérez no ha sabido concretar la cantidad de aire introducido en las venas de Luisa porque médicamente "es un terreno pantanoso para hacer una apreciación de grado", pero ha apuntado que se puede causar el fallecimiento desde los 20 mililitros hasta los 500. "Lo que encontramos fue aire en un circuito cerrado que no tienen ningún otro origen salvo una inoculación exógena por parte de una persona", ha dicho. Y ha explicado que los TAC practicados son una prueba "que no genera dudas", ya que con ella se vio de forma "inconfundible" que había aire en el cuerpo de la paciente fallecida.

Sobre el caso del presunto intento de asesinato de Ana Josefa López en noviembre de 2013, que pese al gas introducido en su sangre pudo salvar la vida, el facultativo forense ha indicado que esta paciente no tenía antecedentes de entrada en aire distinta que explicara lo que le pasó. En este punto, tampoco ha descartado que se inoculara el gas por jeringuilla o por máquina.

"No hay dudas de que hubiera otra causa de la muerte"

En la misma línea, la otra doctora de esta autopsia, Olga Huerta, ha explicado a los presentes en el juicio que buscaron causas naturales en e fallecimiento pero "no las encontraron" y que el Instituto de Toxicología también las descartó. "No hay dudas de que hubiera otra causa de la muerte, porque si las hubiera las hubieran detectado con las pruebas realizadas", ha sentenciado.

El caso de Consuelo Doblado

Sobre el caso de Consuelo Doblado, la otra presunta víctima de Beatriz en agosto de 2017, la doctora Elisa Ruiz, encargada del informe forense, ha explicado que tanto el informe del cardiólogo del hospital como el TAC detectan una importante cantidad de aire en su organismo, "que desplaza el riego sanguíneo y no es compatible con la situación con vida".

También practicaron un diagnóstico de exclusión de otras causas de la muerte y con ayuda de los informes del Instituto de Toxicología descartaron que no hubo otra causa letal o aguda del fallecimiento e indicaron el aire inoculado como determinante. "Teníamos además la historia clínica del hospital en los últimos días de la paciente, de su mejoría, de un proceso que iba a llevar al alta. Estaba mayor pero no se preveía el fallecimiento", ha agregado.

Por otro lado, el perito forense Soriano ha mencionado los problemas previos de diabetes, broncoaspiración e hiperglucemia de Consuelo, pero ha concluido que la muerte se debió "a algo gaseoso". "Los TAC son el tribunal supremos del diagnóstico", ha aseverado.

Sin embargo, la doctora Ruiz ha afirmado que los problemas de broncoaspiración de la anciana no eran graves ni agudos, como ha determinado el Instituto de Toxicología. "Es como si a una persona que le ha atropellado un tren dicen que tenía colesterol y que podía darle un infarto. ¡Pero es que le ha atropellado un tren!", ha apostillado. Luego ha corroborado que en la autopsia ya advirtieron los "mecanismos de entrada traumática de aire como única causa posible" del óbito.

Duda sobre el método empleado

Otra de las controversias de la sesión se ha centrado en si el aire fue introducido por jeringuilla o por vía a través de las máquinas de oxígeno del hospital. El doctor Soriano cree que la segunda fallecida recibió un litro de aire en las venas, "para lo que tendrían que meter cien jeringuillas", por lo que "no lo ve plausible en tan corto espacio de tiempo". El doctor Nart ha apuntado que "en una embolia gaseosa de semejante cantidad es muy difícil saber cómo se puede introducir esa gran cantidad de gas". A este respecto, la doctora Elisa Ruiz ha terciado asegurando que hay jeringuillas de tamaños muy distintos y que en los hospitales hay otras posibles entradas de gas como máquinas a dos o tres litros por minuto.

Por otro lado, varios peritos de Toxicología y Biología que han declarado en el juicio han descartado que las muertes de las dos pacientes se debieran a un nivel muy alto de drogas, de otro tipo de tóxicos o psicofármacos, ya que los encontrados estaban a niveles terapéuticos propios de la medicación de las dos mujeres.

El lunes será la última palabra para ella y se dará por terminada la vista a la espera del veredicto del jurado y la posterior sentencia del juez.