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Un fondo buitre adquirió esas viviendas protegidas donde viven de alquiler y ahora les dicen que si quieren quedarse tienen que comprarlas por hasta 300.000 euros.

Hemos sido testigos de las protestas de los vecinos a las puertas de la empresa que representa al fondo propietario de las viviendas. No quieren quedarse en la calle. El fondo de inversión, aseguran los vecinos, les dice que o las compran, o se tienen que marchar.

El camino que tienen que seguir es el de una subasta notarial en la que participa la propia empresa. Si se les adjudica, les transfieren los pisos.

Hemos tratado de ponernos en contacto con los abogados del fondo de inversión. No nos han ofrecido declaraciones. Mientras tanto, en las casas se respira preocupación. No todos tienen dinero para comprar.

Y, dicen, hay casos peores. Continúan protestando y a la espera de soluciones.