"Volverán las oscuras golondrinas, en tu balcón tus nidos a colgar". Se trata de una de las más famosas rimas de la lírica castellana. Juan Carlos de Lara, crítico literario, afirma en su libro 'El balcón de las golondrinas' haber localizado en la calle Libreros de Madrid el balcón que sirvió de inspiración al poeta romántico Gustavo Adollfo Bécquer.
Transcurría el otoño de 1858 cuando Gustavo Adolfo Bécquer paseaba por la calle Libreros. Asomada a un balcón del número 5, vio a Julia Espín. La musa a la que le dedicó sus 'Rimas'.
El poeta sevillano llegó a idealizar a Julia, quien continuamente le rechazaba. Bécquer frecuentaba las veladas musicales y literarias que organizaba la familia Espín. Ahí esta casa, se codeó con el ambiente intelectual madrileño del siglo XIX.
En pleno Romanticismo, el poeta gestó una de las obras cumbre de la poesía española. En aquella época trataba de abrirse camino en el mundo literario, pero Julia aspiraba a más de lo que le podía ofrecer entonces un poeta bohemio. Ella terminó siendo cantante de ópera y casándose con un político que terminó siendo ministro, él no llegó a ser correspondido, pero la historia de su amor perduró para siempre en sus poemas.