Un accidente de tráfico deja profundas huellas y fracturas que no son solo físicas. El daño psicológico puede ser enorme. Por eso, la Fundación A ofrece apoyo en el mismo hospital en los centros públicos madrileños a víctimas de los accidentes.
Conocemos el caso de Sandra, quien sabe lo que es ver trastocada su vida en un instante. Tras un accidente de tráfico, sufrió graves daños físicos y también consecuencias psicológicas.
Un proceso de adaptación en el que ha recibido ayuda psicológica de Silvia, psicóloga de emergencia que ayuda a gestionar esos cambios a víctimas de accidentes de tráfico y sus familias.
Silvia advierte de las graves secuelas psicológicas que puede dejar un suceso de estas características en las víctimas con procesos de ansiedad, depresión o duelos complicados.
Sólo en 2018 los accidentes de tráfico en Madrid han causado heridas a 982 personas, heridas físicas con sus correspondientes secuelas psicológicas.