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Con la llegada de la Navidad, regresan un año más los petardos, bengalas y cohetes a las celebraciones. Sin embargo, un uso inadecuado o la compra de estos productos en lugares no autorizados puede suponer un serio riesgo, además de sanciones económicas que pueden alcanzar los 600.000 euros.

La Guardia Civil insiste en la importancia de hacer un uso responsable de los artículos pirotécnicos y ha intensificado los controles en los establecimientos, especialmente en estas fechas en las que la demanda se dispara.

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En plena Navidad, la compra de pirotecnia aumenta de forma notable, pero también lo hace la concienciación entre los consumidores. Muchos clientes aseguran tenerlo claro: la seguridad es clave.

Para muchas familias, el uso de estos artículos forma parte de una tradición navideña que se repite cada año. Aun así, hacerlo con cabeza es fundamental para evitar accidentes y consecuencias legales.

Una tradición que sigue muy presente en estas fechas y que debe vivirse, un año más, con responsabilidad.