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Curar al 100% de los niños que padecen leucemia. Ese es el objetivo de un estudio pionero coordinado por el Hospital Niño Jesús de Madrid, que para ello persigue identificar nuevos genes que predisponen a esta enfermedad pero no solo en el menor, también en su familia.

Se trata del proyecto Cunina, financiado con 540.000 euros por la Fundación Unoentrecienmil, en el que además del Niño Jesús participará el Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca y el HospitaL Universitario de Düsseldorf (Alemania) y se prevé que dure varios años para conseguir incluso prevenir la leucemia linfoblástica aguda, el cáncer más frecuente en niños.

Y es que si bien este tipo de leucemia en general es una enfermedad poco habitual, prácticamente cada día se diagnostica un nuevo caso hasta alcanzar los 350 al año, de los que el 80% logra curarse, pero el 20% no lo consigue.

Esta investigación -que lleva el nombre de la diosa romana Cunina, protectora de los niños- precisamente busca conseguir que ese 20% se cure pero, además, que el 5% de los bebés sanos que nacen con una predisposición genética a padecerla no lo haga jamás.

¿Cómo lo intentarán conseguir? Pues, según han explicado este miércoles algunos de los investigadores del estudio en rueda de prensa, a través de la genómica, que identificará y analizará la contribución de las mutaciones en el desarrollo de este cáncer infantil, a través del estudio de cien familias cuyos niños la han padecido.

"Si sabemos quién tiene el riesgo de padecer leucemia y sabemos lo que la desencadena, este cáncer podría evitarse"

Según ha explicado Isidro Sánchez, del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, hace años se descubrió que si un niño susceptible a desarrollar leucemia nunca se expone a un ambiente de infecciones -es decir como si viviera en una burbuja- nunca tendrá la enfermedad. "Como las infecciones se pueden prevenir, entonces habría una oportunidad de que si sabemos quién tiene el riesgo de padecer leucemia y sabemos lo que la desencadena, este cáncer podría evitarse", ha señalado Sánchez.

Por su parte, el responsable de la Unidad de Terapias Avanzadas del Niños Jesús y coordinador del proyecto, Manuel Ramírez, ha señalado que se conocen hasta 90 genes de predisposición al cáncer, pero la investigación va más allá, al estudiar todo el genoma para identificar otros que influyen en esa predisposición. Ese es otro de los elementos diferenciadores, que analizará los cerca de 30.000 genes del genoma y no solo se centrará en el niño sino también en su familia.