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Los mercados energéticos sufren ya las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania. El petróleo se ha disparado más allá de los 100 dólares el barril y el gas se encarece más de un 30 por ciento, además del aumento del coste de materias primas procedentes de Ucrania y Rusia.

Los mercados financieros siguen también acusando esta situación, aunque las bolsas han repuntado tras el desplome de este jueves.

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Con todo, la invasión rusa podría ralentizar la recuperación de las economías. Con el petróleo y el gas disparados, los carburantes baten récords históricos.

La duración del conflicto es clave y el la principal vía de contagio en la economía es a través de los precios de la energía. Nadia Calviño reconoce que "es evidente el impacto negativo”. El Gobierno quiere reformar las normas europeas en el sector energético "y que la actual escalada no afecte a los ciudadanos”, según ha dicho Pedro Sánchez.

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Lo que más preocupa ahora es el impacto sobre el control de la inflación y su efecto sobre la política monetaria. El BCE podría retrasar la subida de tipos.

Las sanciones económicas sobre Rusia no sólo perjudicarán a sus oligarcas, bancos o negocios, también lo harán a quienes las imponen: EEUU y la UE.

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De ahí que la expulsión de Moscú del Swift, un sistema de pagos de alta seguridad que usan en el mundo 11.000 bancos, y 200 países se deje por ahora en la recámara ya que eso impediría que Rusia cobrase por ejemplo los pagos de su gas y petróleo y tuviera acceso a cualquier tipo de financiación incluso la china.

La luz se dispara

También está en plena escalada el precio de la luz. Mañana sábado pagaremos la electricidad a 260 euros el megawatio/hora, sube casi un 9% con respecto a este viernes. Es el mayor precio del año y se acerca a sus máximos históricos, por la escalada del conflicto y el precio del gas.