Los casos más extraños de coches empotrados de la forma más inverosímil en Madrid
- En fuentes, comercios y hasta en el Hospital 12 de Octubre
Este martes, el caso de un coche que ha terminado encajado en unas escaleras del intercambiador de Plaza Elíptica nos ha sobresaltado a todos. Sin embargo, no es la primera vez que vemos un coche estrellándose contra los sitios más insospechados.
En la mayoría de los casos se quedan en un susto, pero dejan imágenes insólitas. Este es un repaso de algunos accidentes ocurridos solo en Madrid.
Irrumpe con un coche robado en el intercambiador de Plaza Elíptica y se queda atrapado en las escaleras
Los casos más extraños
Contra cristaleras, vallas, señales de tráfico y hasta fuentes. Hemos asistido a casos de accidentes realmente variopintos en Madrid.
Por ejemplo, la trabajadora de una clínica de Majadahonda estuvo a punto de ser atropellada por un coche de alta gama que chocó contra la entrada acristalada del edificio y acabó en el interior del vestíbulo tras un despiste del conductor.
Un conductor de Uber parecía que quisiera atajar una ruta voluntariamente por las escaleras de acceso a la entrada del Hospital 12 de octubre en otra ocasión.
¿Qué llevó a un hombre a empotrar un coche en el intercambiador de Plaza Elíptica?
Lo llamativo de estos accidentes tan impactantes son los lugares en los que suceden, como el coche que se estampó en la fuente de la diosa Cibeles o el caso de otro que tuvo que ser rescatado de las aguas del río Manzanares.
También los coches de uso compartido han sido pasto de los roces y golpes, como uno que terminó estampado contra unas vallas junto a la boca de metro de Méndez Álvaro.
En un chalet en Valdemoro, un todoterreno se estrelló en el patio tras un error del conductor con las marchas automáticas y hace apenas unos días, dos porsches de una misma propietaria terminaron uno encima del otro y chocaron contra el muro de la casa de un vecino después de un despiste de la conductora.
Por eso, para evitar este tipo de accidentes, es necesario estar muy pendiente y ser consciente de cómo actuamos cuando ponemos las manos en el volante.
