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La ministra de Educación Isabel Celaá llevará mañana al Consejo de Ministros por segunda vez la nueva reforma de la LONCE para intentar enterrar definitivamente la también llamada ‘Ley Wert’.

Una reforma "necesaria e imprescindible" para algunos colectivos como la FAPA Giner de los Rios, que aún así pide que la Ley sea más clara recogiendo “mayor voz y voto de alumnado y padres en los consejos escolares, y también en la elección de los directores de los centros, asegura su presidente Camilo Jené.

Evitar repetidores

La LOMLOE nace con la intención de solucionar la altísima tasa de repetidores. La nueva Ley propone que se pueda repetir solo al final de segundo, cuarto y sexto curso de primaria, y que excepcionalmente algunos pasen con más de dos asignaturas suspensas.

Además, la nueva normativa recoge que en Bachillerato de forma excepcional se podrá conceder la titulación con una asignatura suspensa.

La Religión no cuenta

La Religión es otro de los cambios más significativos. Ya no será obligatoria la asignatura en primero y segundo de bachillerato y su calificación ya no contará para el acceso a la Universidad o para la solicitud de becas.

El Gobierno central decidirá el 55% de los contenidos con lengua cooficial y el 65% en el resto. Otro aspecto controvertido de la nueva Ley es la eliminación del concepto de "demanda social" que blindaba a la concertada en la Lomce y que permitía la apertura de colegios si había demanda de los padres.

Una nueva Ley a la que aún le queda un largo camino por recorrer, y que necesita de una mayoría de 176 votos en el parlamento si quiere ver la luz.