La UCI del Gregorio Marañón se convierte en el improvisado escenario de una boda
El servicio ha sido testigo de la boda de Esther y Javier
La Unidad de Cuidados Intensivos Quirúrgicos del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid ha vivido un momento único.
El servicio ha sido testigo de la boda de Esther y Javier (37 años), una pareja que, ante la delicada situación clínica de él, por un proceso oncológico grave, decidió formalizar su compromiso antes de la fecha prevista.
Esther y Javier llevaban 14 años de noviazgo y tenían pensado casarse el año que viene. Pero la delicada situación de él ha precipitado todo.
El personal del hospital, cumpliendo todos los protocolos asistenciales y en su afán por ofrecer una atención sanitaria humanizada, ha hecho posible esta boda a la que han asistido sus familiares y los propios sanitarios.
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