La DGT insiste hay que reducir la tasa de alcohol al volante porque sigue siendo una de las principales causas de muerte en las carreteras españolas. Ha realizado un estudio para pedir en el Congreso que se reduzca a cero el consumo de alcohol, y la Universidad de Valencia lo avala. El alcohol no solo aumenta el número de fallecidos, sino la propia gravedad del siniestro.
Y es que el alcohol está presente en cerca de la mitad de los accidentes mortales de tráfico. No es un problema en retroceso. Entre 2018 y 2022 aumentaron un 20% los siniestros provocados por el alcohol.
Actualmente la tasa permitida de alcohol expirado es de 0,25 miligramos. De aprobar esta reducción el Congreso a finales de año, la tasa a finalmente pasaría a 0,10 miligramos expirado y 0,2 en sangre.
Se imita así a países como Noruega y Suecia que llevan años con estos límites y con muy buenos resultados. Las investigaciones revelan además que a la hora de beber y conducir disuade más el aumento de controles de alcoholemia que el de las sanciones.