Gobierno y oposición de responsabilizan mutuamente de provocar la crispación política en las instituciones
- Sánchez reprocha a Feijóo sus ataques personales, su oposición "destructiva" y la "descalificación y el acoso y derribo" mientras el PP acusa al Gobierno de “gritar” e “insultar a la oposición”
La crispación y la tensión política incontrolada se ha convertido en la protagonista en los plenos y sesiones de las Cortes, con constantes subidas de tono, insultos y gritos entre los diferentes portavoces de los partidos. PSOE y PP se acusan mutuamente de causarla con su actitud. Los protagonistas no se ponen de acuerdo sobre cómo rebajar esa tensión.
Insultos, acusaciones mutuas entre gobierno y oposición, se han convertido en habituales en sede parlamentaria, y se han acentuado en las últimas semanas.
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Los diputados se afean del “ruido” que se ha apoderado del debate parlamentario en el Congreso al tiempo que llaman a tomar medidas para que la política se abra paso porque si se “embarra” no se habla de los problemas de los ciudadanos.
A su llegada al Pleno del Congreso, el portavoz del PSOE, Patxi López, llamó a bajar la tensión “con educación, respeto, decoro en esta Cámara y no utilizando todo y no considerando al adversario un enemigo, qué es lo que hace el Partido Popular”. Sin embargo, reconoció cierta responsabilidad en las filas socialistas al afirmar que “por la parte que nos toca, moderaremos”.
Desde Sumar, su portavoz, Iñigo Errejón, afirmó que se rebaja la tensión no contribuyendo a ella y también si los medios de comunicación no ponen “el foco solo en los que insultan” y pidió que se haga “reconociendo el derecho del adversario”. POr su puesto, apunta a que “fundamentalmente” es el Partido Popular “quien practica un cierto juego por debajo de los micrófonos” para “embarrar” el debate, apuntó a que en este clima “la izquierda es la mayor perjudicada de que el clima político se embarra porque son los votantes progresistas los primeros que se alejan”.
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Por su parte, la portavoz de ERC en el Congreso, Teresa Jordà, responsabilizó a “los dos partidos del régimen del 78” –PSOE y PP– y les pidió hacer una “reflexión” y reconocer “que esto no puede continuar así”.
Una “equidistancia” que, según el vicepresidente primero del Congreso, el socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, “no vale” porque “si se cogen las actas del Congreso de los Diputados podremos comprobar la absoluta desequilibrio en ese sentido” porque “Vox va imponiendo” y el PP ha ido “perdiendo” su “carácter institucional”.
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Desde el Partido Popular, el único en pronunciarse sobre la crispación en el hemiciclo fue su vicesecretario de Política Autonómica y Local, Elías Bendodo, aunque con recado al PSOE. Preguntado sobre esta cuestión, respondió con sorna que llamar a Feijóo “cobarde” por no nombrar expresamente a la mujer de Sánchez “es una buena forma de rebajar el tono”.
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Este asunto saltó incluso al Pleno porque en el debate parlamentario varios diputados desde la tribuna hicieron alusión a este asunto, así la diputada de Coalición Canaria, Cristina Valida, aludió a la vergüenza cuando el Hemiciclo se parece a una “taberna”.
Por su parte, el diputado de PNV Mikel Lejarda criticó los “comportamientos poco ejemplar es” como los que, a su juicio, “venimos asistiendo en los debates de esta Cámara”.
